Muere Carlos Falcó, marqués de Griñón, a los 83 años por coronavirus

Gran aficionado a los toros, la última vez que se pudo ver al marqués de Griñón en un acto público fue el 7 de marzo, cuando asistió a una corrida en Illescas (Toledo). Disfrutó del espectáculo taurino desde la barrera acompañado por Esther Doña , su cuarta esposa. Según ha podido saber ABC, Doña también sufre el coronavirus y se encuentra recluida en un piso que ella y el marqués de Griñón habían alquilado en el centro de Madrid recientemente.

Carlos Falcó nació en la sevillana Casa de las Dueñas en el seno de una familia aristocrática y muy próxima a la Familia Real. Su madre, Hilda Fernández de Córdova y Mariátegui , marquesa de Mirabel, fue dama de la Reina Victoria Eugenia. Su padre, Manuel Falcó y Escandón, IX duque de Montellano, fue un gran amigo del Conde de Barcelona y uno de los máximos defensores de la Corona durante los difíciles años del exilio. Así nació la hermandad entre Falcó y el Rey Don Juan Carlos , una amistad que ambos han mantenido hasta el final.

El marqués de Griñón fue el tercero de cuatro hermanos. En 1962 falleció el mayor, Felipe ; y en 1990, su hermana María del Rocío . Ahora, tras su muerte, Carlos Falcó ha dejado «huérfano» a su hermano Fernando , III marqués de Cubas, con quien compartió durante años el título de «soltero de oro» de la alta sociedad española.

La pasión de Carlos Falcó por el campo se la transmitió su abuelo, Joaquín Fernández de Córdova , cuando era un niño. De él heredó la Quinta de Casa de Vacas, la finca que tenía en Valpedusa (Toledo). Desde muy joven, y hasta sus últimos días, no dejó de trabajar esas tierras. Para ello, estudió ingeniería agrónoma en la Universidad de Lovaina (Bélgica) y completó esa formación con otro curso en California. De vuelta a España, el marqués de Griñón se convirtió en un reputado empresario vinícola.

A sus 83 años, Carlos Falcó compaginaba su tranquilo día a día en el campo con una ajetreada vida social. No se perdía una montería y tampoco faltaba a la gala de apertura del Teatro Real de Madrid, donde en los últimos años era fotografiado a la entrada de la Ópera cogido del brazo de Esther Doña, con quien contrajo matrimonio en 2017.

Antes de que Doña apareciera en su vida, el marqués de Griñón estuvo casado en tres ocasiones. En 1963, contrajo matrimonio con Jeannine Girod , fruto de su relación nacieron sus dos hijos mayores: Manuel y Xandra . El matrimonio llegó a su fin cuando ella se enamoró de Ramón Mendoza . Tras llegar a un acuerdo de divorcio, en 1971 consiguieron la nulidad eclesiástica.

Tras este primer divorcio, Falcó se recluyó en el campo y se resistió a rehacer su vida sentimental, hasta que conoció a Isabel Preysler , cuando ella todavía estaba casada con Julio Iglesias . Se dieron el «sí, quiero» en 1980 y fruto de su matrimonio nació la hija más conocida y mediática del marqués : Tamara Falcó Preysler . Esta época supuso un punto de inflexión a nivel mediático para el marqués: se había casado con la reina del papel cuché lo que le llevó a protagonizar titulares en las mencionadas páginas.

Falcó estuvo muy enamorado de Preysler, pero su matrimonio comenzó a hacer aguas pronto, ya que ella prefería la vida social capitalina que la vida en el campo de Valpedusa que el marqués le proporcionaba. Los primeros rumores de crisis saltaron cuando Preysler comenzó a acudir sola a eventos en Madrid, y se acrecentaron cuando Miguel Boyer apareció en escena. El matrimonio ofreció una exclusiva en «¡Hola!» donde aseguraban que no atravesaban ninguna crisis. Meses después, en 1985, se conoció su separación. Pese a todo, Preysler y Falcó siempre se guardaron gran respeto.

Fátima de la Cierva , 22 años más joven que él, fue la mujer que mejor se adaptó a la vida tranquila que tanto disfrutaba el marqués de Griñón. En 1993 se casaron en Bayona y, gracias a la perseverancia de ella, la pareja se trasladó de Valdepusa a la finca El Rincón, más cercana a Madrid. Allí nacieron sus dos hijos: Duarte y Aldara . En 2011, tras 18 años de matrimonio, se separaron; pero la ruptura y el divorcio no se conocieron hasta tres años después.

Esther Doña fue la última mujer en llegar a la vida de Falcó, y también la que más roces suscitó en la familia: algunos de sus hijos no vieron con buenos ojos que la modelo, 42 años más joven que el marqués, se casara con él.

Hace un año protagonizaron una fuerte discusión por la que Falcó pasó una noche en el calabozo. La pareja continuó con su relación y emitió un comunicado para explicar que todo fue un malentendido. Algo que siempre defendieron los amigos más cercanos del marqués, que se apresuraron a decir que Falcó se comportaba como un auténtico señor con las mujeres. Incluso Preysler y Girod salieron en defensa de su exmarido .

Dejando a un lado lo ocurrido recientemente, hoy todos lloran a un «señor de la vieja escuela», educado y culto, que sobre todo fue un trabajador nato.