Juan Avellaneda: «Me encantaría poder vestir al Rey Felipe»

Entre sus clientes más destacados se encuentran Aldo Comas , el marido de la actriz Macarena Gómez , Jaime de Marichalar y el exembajador de Estados Unidos, James Costos , y el diseñador de interiores, Michael S. Smith . Pero, ¿por qué decidió decantarse por la moda masculina? «Porque hay un nicho muy fuerte: o hay piezas súper clásicas o cosas más experimentales. En el centro hay un grupo de personas, que para mí es la moda más contemporánea, que es gente a la que no le gustan estos extremos», explica. Avellaneda ha llegado a su cita con este periódico con unas zapatillas brillantes, unos pitillo blancos y una camisa azul claro ribeteada. «Puedo ir con una bota de tacón y zapatos brillantes porque me divierte y luego incorporar una americana». Para él, lo más importante a la hora de «contemporanizar la sastrería» es la influencia del mediterráneo: sus paisajes y los trajes de los pescadores, los campesinos y la nobleza. «Siempre quiero reinterpretar estos clásicos con un aire mediterráneo». Además, considera que « hay que romper barreras en lo que es la sastrería tradiciona l, que no tiene que ser únicamente para hombre». De hecho, Nieves Álvarez ya ha llevado algún esmoquin de Avellaneda.

Aprovechando su paso por «Cámbiame»... ¿Qué opina sobre el estilo de Felipe VI ? «Se nota que todo lo que lleva es de un sastre bueno. Pero tiene pequeños detalles que, si se cambian, le harían más actual y contemporáneo. Por ejemplo, en los pantalones se podría entallar un poco más la pierna», dice. Y añade: «Los tejidos son maravillosos, pero quizá los colores no son los mejores... Soy consciente de que apuesta por la moda española, pero siempre se decanta por lo tradicional. Sé que existe un protocolo y que hay que cumplirlo, pero se puede reinterpretar». Afirma que «hacia la Reina Letizia hay mucha crítica», sin embargo, para él «va siempre impecable y con un toque sofisticado». «Igual que ella apuesta por diseñadores jóvenes , creo que él debería abrir más el abanico, y personalmente, me encantaría».