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Isabel II, doce días de baja por un «fuerte resfriado»

Preocupación por la Reina, de 90 años, que no ha podido acudir tampoco a la misa del día 1

Luis Ventoso

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El Palacio de Buckingham ha anunciado en un corto comunicado en la mañana del primer día de 2017 que la Reina no acudirá a la misa de Año Nuevo de Sandringham, su latifundio del Noreste de Inglaterra, donde cada año pasa la Navidad. Isabel II sufre un «fuerte resfriado persistente», que hace que lleve ya doce días sin aparecer en público. Dada la edad de la soberana, que cumplió 90 años el pasado 21 de abril, las noticias sobre su estado se siguen con preocupación en el Reino Unido. Hace unos días, Palacio hubo de salir a desmentir una broma macabra en las redes sociales , donde un falso comunicado en nombre de BCC News anunció su muerte.

La Reina no ha pisado un hospital desde 2013 , cuando fue ingresada por una gastroenteritis y hubo de suspender un viaje oficial a Roma. Antes, en 2003, fue operada del cartílago de su rodilla derecha, fruto de su pasión de siempre por la actividad al aire libre. De familia de mujeres longevas —su madre vivió 101 años y la emperatriz Victoria 81—, su salud se considera excelente y sigue encabezando cada año más de 300 actos oficiales, superando de largo al Príncipe Carlos y a sus nietos Guillermo y Harry. De todas formas, el mes pasado se anunció que renunciaba al patronato de 26 fundaciones, lo que se interpretó como una lógica reducción de sus tareas acorde a las limitaciones de su edad.

El rito anual navideño de la Reina consiste en que el 21 de diciembre viaja a su propiedad de Sandringham, a 177 kilómetros de Londres. Ella se desplaza allí en tren desde la estación de Kings Cross y su marido, Felipe de Edimburgo , de 95 años, suele preferir hacerlo en coche. Pero esta vez el viaje se aplazó un día por un «fuerte resfriado de ambos». Finalmente se trasladaron el día 22, pero volando desde Buckingham en un helicóptero Sikorsky S 76 C, que los llevó a su inmensa finca de Norfolk en 40 minutos.

El 25 de diciembre, por primera vez en 28 años, Isabel II no acudió al oficio de Navidad en la iglesia de Santa María Magdalena de Sandringham, debido a su enfermedad. El Príncipe Felipe, de 95 años y un vigor asombroso para su edad, sí se recuperó y acudió a la misa junto al Príncipe Carlos y Harry. El Duque de Edimburgo llegó incluso a la iglesia caminando con energía. Los Duques de Cambridge no asistieron porque prefirieron pasar la Navidad con sus hijos George y Charlotte en la casa de los padres de Kate Middleton, en Buckleburry, pues a Gullermo le gusta aquella atmósfera doméstica, más familiar y menos envarada que la que le tocó por cuna.

La prensa monárquica inglesa mejor informada especula con que la Reina podría estar a pie en su mansión palaciega y no saldría por precaución. Además de gozar de unos genes excelentes, Isabel II ha mantenido toda su vida unos hábitos saludables. Cuando está en el castillo de Windsor monta todavía a caballo un par de veces por semana. A la mañana y a la tarde intenta caminar con sus perros, los famosos corgis, si sus compromisos se lo permiten.

La Reina duerme siete horas y se levanta a las 7.30 (8.30 españolas). Sus hábitos gastronómicos son sencillos y disciplinados, con platos como pollo a la brasa y ensaladas. Bebe muy poco y si toma una copa de vino u otro espirituoso es muy raro que repita. Tampoco fuma, porque vio los estragos del tabaco sobre su padre y su hermana Margarita. El Príncipe Felipe dejó de fumar cuando se casaron, en 1947, sabedor de que a ella le desagradaba el hábito.

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