Los hijos de los Príncipes Alberto y Charlene de Mónaco celebran su primer cumpleaños

Aunque en estos doce meses los padres de los pequeños Príncipes no han llevado a los niños a actos oficiales, en distintas entrevistas concedidas desde su nacimiento sí han dado detalles de su personalidad. « Empiezan a dar sus primeros pasos, balbucean algunas palabras . Tienen muchas ganas de expresarse», indicó el pasado noviembre Alberto II en la revista «Paris Match», donde apuntó que él les habla en francés y su mujer, sudafricana, en inglés.

En esa misma revista, el mandatario monegasco señaló que Charlene «es una madre excelente» y que él intenta pasar todo el tiempo que puede junto a ella y los mellizos. «Además de cuidar a los bebés, Charlene trabaja para su fundación y continúa con sus entrenamientos de natación », añadió el príncipe Alberto, para quien su propia madre, la desaparecida Grace Kelly , «hubiera sido una abuela memorable».

Sus últimas apariciones públicas fueron en el balcón del Palacio del Principado el pasado 19 de noviembre, durante la celebración de la Fiesta Nacional de Mónaco; y, diez días después, en una marcha simbólica en contra del cambio climático.

Los Jaime y Gabriela de Mónaco fueron bautizados el pasado mayo en una ceremonia católica celebrada en la catedral del Principado, en presencia de las familias Grimaldi y Wittstock, que pudo ser seguida en directo a través de una pantalla gigante instalada en el patio del Palacio y a través de la página Facebook de los soberanos -la misma que ha compartido las entrañables instantáneas del cumpleaños-. Los gemelos son los primeros hijos en común de la pareja , que se casó en julio de 2011, y el tercer y cuarto vástago para Alberto II, que tiene ya otros dos reconocidos y nacidos fuera de su matrimonio, por lo que carecen de derechos sucesorios.

En esta ocasión, los Príncipes disfrutaron de una amena celebración en la que no podía faltar la tarta. Ambos, recibieron sendos pasteles de cumpleaños, de color azul y rosa respectivamente, con sus nombres escritos y un gran número 1, unas tartas de queso que fueron elaboradas por la Escuela de Hostelería de Mónaco.