La duquesa de Alba, muy preocupada

Después de la reunión que el pasado viernes mantuvieron en el palacio de Las Dueñas el citado doctor con la duquesa y sus hijos el duque de Huéscar y el conde de Salvatierra, la conclusión fue que el tiempo apremia y demorar más la implantación de una válvula en la cabeza con el fin de aplacar la hidrocefalia sería perder las pocas expectativas que a estas alturas ya hay de que puedan frenarse las consecuencias que produce esa enfermedad. El deterioro de los últimos meses salta a la vista y por eso ahora el resultado de la operación no tiene las mismas expectativas que hace unos meses. De todas maneras, y aunque los resultados tardarán al menos dos meses en hacerse palpables, si las cosas no se tuercen la duquesa podrá estar el próximo día 11 de febrero en el Rastrillo de Nuevo Futuro de Sevilla, cita que desde hace más de treinta años no se pierde.

Por supuesto, sus hijos estarán en Sevilla al lado de su madre, que estos días está muy preocupada y nerviosa por su entrada en quirófano. Ahora la duda está en saber qué hará el funcionario Alfonso Díez, con quien la duquesa planeaba haber pasado estos días en Marraquech, planes que su salud truncaron. Desde luego la enfermedad no ha hecho que los hijos de la duquesa entablen relación alguna con el «amigo entrañable», que ya se lamenta de lo solo que está.