Antonio Montero: una vida de paparazzi, una separación, un tumor y la pérdida de todos sus ahorros

Sus días los compartió con la también periodista Marisa Martín Blázquez durante 30 años, tanto a nivel profesional como personal. Ella ha sido la razón de esa felicidad de la que tanto habla Antonio Montero. Se dieron el «sí, quiero» en 1989 después de conocerse en la Universidad Complutense de Madrid seis años antes y tuvieron dos hijos maravillosos. Aunque se separaron en 2015, ambos siguen compartiendo techo pues no quieren dividir a la familia : «Mantenemos la familia unida porque nos parece que es el objetivo de nuestra vida». Lo cierto es que pese al divorcio son inseparables. Siempre están el uno para el otro.

Pero no todo han sido buenos momentos, sobre todo, en los últimos años. El pasado verano se encontró un bulto en la pierna al que en un principio no le dio mucha importancia. Pero cuando finalmente acudió al médico le comunicaron que se trataba de un tumor maligno por el que ha sido operado hasta en dos ocasiones. La primera de ellas para extirparlo y, la segunda, tras conocer los resultados y quitarle todo el músculo en el que estaba alojado, como él mismo explicaba la pasada semana en el programa «Sálvame» en el que colabora. También tuvo que someterse a un tratamiento de radioterapia en Navidad. «Si tengo que palmar, palmaría contento. Yo he sido muy feliz», explicaba Montero. Marisa Martín Blázquez ha sido su gran apoyo en esos momentos. Incluso se dice que con la enfermedad, ambos están más unidos que nunca, dejando entrever una reconciliación. Pero no hay nada confirmado. Son dos personas que no suelen hablar de su vida privada, sobre todo la periodista.

Otra de las cosas que le han lastrado en los últimos años fue la pérdida de todos sus ahorros . Se los dio todos a un amigo para que los invirtiese. Junto a otras personas invirtieron un total de ocho millones de euros, pero la empresa en la que los invirtió su contacto se hundió, al igual que todos los ahorros de su vida. «Él me pide perdón, me dice que esto no le ha pasado en la vida. No me lo podía creer ni me puedo creer que lo haya hecho aposta, no puedo creer que me haya engañado», explicaba Montero.

Esta fue una de las razones por las que decidió aceptar una silla como colaborador de «Sálvame» . Hay que tener en cuenta que sus trabajos como paparazzi ya no valen tanto dinero como antes. La prensa rosa ha cambiado mucho a raíz de la crisis. Pese a todo su corazón sigue estando en la calle y, si encontrase un reportaje bueno, lo dejaría todo.