Rocío Escalona, el gran apoyo de Manzanares tras la muerte de su padre

En un discreto segundo plano, Escalona se ha convertido en el hombro sobre el que llora el torero alicantino la muerte a los 61 años de su padre y que le dejaba roto de dolor al enterarse nada más aterrizar en México donde había viajado con su mujer para comenzar su temporada taurina en Latinoamérica.

De riguroso luto y bajo unas enormes gafas negras, la esposa de Manzanares Jr. le agarra el brazo, le coge de la mano o le toca un hombro para infundirle su amor y su apoyo en tan duros momentos mientras caminan juntos detrás del féretro del torero alicantino en la plaza de toros donde José María Manzanares recibía un sentido homenaje y durante el trasladado hasta la concatedral de San Nicolás de Bari donde se ofició una multitudinaria misa funeral de cuerpo presente .

Rocío Escalona, hija del prestigioso cirujano Jesús Escalona de Blas, se mostraba apesadumbraba por la pérdida de su suegro así como por el sufrimiento de su marido al que trataba de infundir ánimo hasta que, al finalizar el sepelio, se derrumbó, rompiendo a llorar sobre el hombro de su marido mostrando la gran amistad que le unía con su suegro.

El torero alicantino y Escalona, «su novia de toda la vida» se dieron el «Sí, quiero» en 2010 en una romántica ceremonia tras 13 años de intenso amor en la Iglesia Nuestra Señora de Gracia, donde la novia llegó radiante del brazo de su padre y con un diseño de lo más romántico firmado por Manuel Mota para Pronovias.

José María Manzanares, incluido hace unos meses como uno de los hombres con más estilo del mundo, siente pasión por su esposa de la que dice que el glamour en sí mismo: «Glamourosa es mi mujer. Engloba muchas cosas, es una mezcla de clase, de estilo, de personalidad». Ambos han pasado por altibajos, cambios de humor pero, como reconocía el diestro en una ocasión, Rocío es mi «equilibrio: me baja cuando estoy arriba y me anima en los momentos malos», como bien ha demostrado estos días.