Hollande responde a Valérie: «Dice mentiras que me duelen»

Lo esencial, sin embargo, es responder al ataque más pérfido de Valérie Trierweiler , quien ha afirmado en sus memorias íntimas, «Gracias por ese momento», de las que espera vender más de 450.000 ejemplares, que el presidente socialista utiliza en privado la expresión sens dents («sin dientes») para referirse a los más humildes y desvalidos. En el francés coloquial, esa expresión suena realmente mal. Valérie, además, añade con despecho: «Me pregunto si el presidente sabe ya dónde tiene su mano izquierda».

Hollande sale al paso de tales palabras afirmando que «toda su vida» ha estado consagrada a las gentes humildes y que jamás podría olvidar «sus orígenes». Sin más precisiones, el lector desprevenido podría pensar que recuerda sus «orígenes» para justificar su carrera política. Se trata de una imprecisión bien calculada.

Sin duda, el jefe del Estado aspira a sugerir mucho más de lo que en verdad dice. Hollande nació en el seno de una familia de la pequeña burguesía de provincias, muy católica y conservadora. Su padre fue candidato de extrema derecha a la alcaldía de Rouen, entre 1959 y 1965. Hay muchos otros líderes políticos con padres de extrema derecha. Unos lo han asumido y otros, como el mandatario, prefieren pasar de largo.

Las acusaciones de Trierweiler han tenido un efecto devastador sobre François Hollande, quien responde como puede, señalándose como víctima de los embustes de una mujer pérfida. Es previsible que Valérie realice nuevas revelaciones.