Miranda Kerr: «Crecí sin mucho dinero, pero aprendí de mi abuela, que siempre va impecable»
La australiana que repite como imagen de Swarovski es una de las «tops» mejor pagadas, aunque le gusta la vida sencilla: «Estoy tan contenta en casa en mi pijama»
ana ureña
¡Mira, ahí está mamá!», dice mi hijo cuando vamos en el coche y ve alguna valla publicitaria con mi foto», admite Miranda Kerr (31) orgullosa. Deducimos que el pequeño Flynn (3), fruto de su relación con el actor Orlando Bloom (37), lo exclamará sin ... parar. Y es que la modelo australiana es la musa de la firma de cristales Swarovski y embajadora de la aerolínea australiana Qantas, además de comercializar sus propios productos de belleza (Kora Organics) y diseñar vajillas (una colaboración con la fábrica inglesa de artículos de porcelana Royal Albert).
Mientras muchas modelos solo computan los «warholescos» quince minutos de fama, la carrera profesional de Kerr es más longeva y más fructífera de lo normal. ¿Su secreto? No encasillarse. «Yo misma pensé que lo de ser modelo iba a ser algo corto, pero llevo ya mucho tiempo. Empecé con 14 años y tengo 31. Mis primeros trabajos fueron muy comerciales, hice muchos catálogos».
Pero ¿cuál fue su punto de inflexión? «Unas fotos que hice con Steven Meisel. Ahí fue donde la gente empezó a verme de forma distinta y así logré no encasillarme». Casualmente, este mismo fotógrafo es el artífice de las fotos de la campaña de otoño-invierno 2014-15 de Swarovski , cuyo propósito es enseñar las diferentes «facetas» (ojo al doble juego) de la vida de una mujer. Kerr nos explica que delante de la lente fotográfica interpreta un rol. ¿De aquí a la gran pantalla , entonces? «Quién sabe, nunca digas nunca». ¿El único problema? «Para hacer una película necesitas al menos tres meses, y yo tengo tantos compromisos que no tengo ni un mes libre».
Lo que sí es compatible con su carrera de modelo es su rol de madre. Su hijo suele ir con ella a todas partes y tienen una rutina marcada a la hora de viajar. «Dejo que Flynn haga su equipaje de mano. Así sabe que tiene sus juguetes preferidos, sus libros y sus lápices con él. Le encanta saber que tiene todo en su pequeña bolsa de viaje y se relaja en el vuelo. También llevamos tentempiés para el avión».
Uno de los efectos secundarios de su vida nómada es su uso de las redes sociales. Es muy activa en Instagram y suele deleitar a sus fans con fotos de su día a día, desde instantáneas de «making of» de producciones hasta escapadas a la playa, pasando por siestas en el parque con su hijo. También usa esta red social para evadirse. «Sigo la cuenta @CentralParkNYC. Es uno de mis lugares preferidos cuando estoy en Nueva York y cuelgan fotos muy bonitas del parque. Recientemente he empezado a seguir @NakedPlanet. Están concienciando sobre la conservación del planeta gracias a las fotos de sus fotógrafos».
Parecen injustas las críticas de sus compatriotas que le achacan por no pasar más tiempo en su país natal. Su vida está entre Nueva York y Los Ángeles, y cuando puede viaja a Sídney a ver a su familia, además de hablar maravillas de su país, como buena embajadora de #MarcaAustralia que es. «Me encanta el paseo por la playa desde Bondi hasta Bronte, me encanta la Opera House, y cada vez que cruzo el Harbour Bridge me emociono», nos dice.
También se emociona cuando habla de su abuela, que intuimos es una de las figuras familiares más importantes y constantes en su vida y la que le enseñó que es fundamental el mantener siempre una buena imagen. «Crecimos sin mucho dinero, pero recuerdo que mi abuela siempre iba impecable. No podía comprar cosas caras, pero tenía una amiga que le arreglaba la ropa e iba muy elegante. Mi abuela me enseñó que tienes que estar siempre arreglada. Decía que, si no puedes cuidar de ti, ¿cómo vas a cuidar a otra persona? Cuando yo estaba embarazada y me veía por casa “de tirada”, me decía: “Vamos, Miranda, píntate los labios, vístete bien, que vamos a salir”, y yo le decía: “¿En serio, abu? Yo estoy tan contenta en casa en mi pijama”. Pero es que a ella el ser elegante le sale de manera natural. Mi abuela es genial».
¿Y cómo se prepara Kerr para salir de casa, especialmente si tiene algún evento importante? « Me encanta poner música y bailar mientras me arreglo ». Ojalá cuelgue en su Instagram algún documento gráfico de ese momento.
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