Cayetano Rivera Ordóñez: «Me siento bien, no estoy llorando por las esquinas»

El hijo pequeño de Carmina Ordóñez emprende su vuelta al mundo en 80 días. En algunas etapas le acompañarán sus hermanos

Cayetano Rivera Ordóñez: «Me siento bien, no estoy llorando por las esquinas» efe

beatriz cortázar

22/04/2014
Actualizado a las 17:52h.

Con un bastón con empuñadura de plata y ataviado con la camiseta de su fundación, llamada «Yo Niño» , Cayetano Rivera Ordóñez (37 años) posó ayer en el Kilómetro Cero de la Puerta del Sol, desde donde ha comenzado su vuelta al mundo en 80 ... días. El objetivo, recaudar fondos para ayudar a Aldeas Infantiles . Lesionado en el pie tras la caída que sufrió en el programa «El Hormiguero» (lleva una chapa y media docena de clavos), Rivera fue recibido en la sede de la Comunidad de Madrid por Ignacio González. «A pesar de la lesión no he retrasado más el viaje, porque queremos culminarlo con una cena de gala en Madrid y ya se me iban los plazos», dijo Rivera, quien ha decidido narrar esta aventura en exclusiva para una revista del corazón.

Cayetano no habla de toros ni de una posible vuelta. «Uno siempre lo echa de menos, pero, desde luego, este año no», asegura. Tampoco concreta su itinerario, para que otros reporteros no le «roben» sus fotos. Sí comenta que en algún tramo estará acompañado por sus tres hermanos (Francisco Rivera, Julián Contreras y Kiko Rivera Pantoja), para que la historia tenga miga. África será, seguramente, su primer destino, donde posará con gorilas, jirafas y otras fieras.

Encantador y un tanto nervioso, cuenta que entre los retos que se propone está el de bucear entre tiburones blancos –«algo divertido y entretenido», asegura–. Como talismán, en esta travesía no se separará de su medalla de San Judas.

«Este es el primer momento en mi vida en el que, tanto por las circunstancias personales como las profesionales, puedo disponer de 80 días para realizar este viaje. No lo hago por evadirme de mi realidad», dice. Sobre su ruptura con Eva González , cuenta que se encuentra bien: «Como ves, no estoy llorando por las esquinas. Tras una relación tan buena y larga, el distanciamiento siempre es difícil, pero insisto en que nada tiene que ver con este proyecto». Y sobre los comentarios sobre su final con Eva, es tajante: «Menos mal que no me he enterado».

Reconoce que ayudar a la infancia en el desarrollo y la educación es lo que más le motiva y está feliz por haber implicado a sus hermanos. Asegura que le gustaría ser padre, pero recuerda que ya lo es (cuando se casó con Blanca Romero, le dio sus apellidos a la hija que ella aportaba al matrimonio) pero también confiesa que la niña «está ahora más en sus cosas» y de ahí que no comente su opinión sobre este viaje. «Hay que concienciar a la gente para ayudar a los demás», insiste.