Catalina de Cambridge: ¿debe imitar a su suegra Lady Di?

La esposa de Guillermo de Inglaterra apareció en Nueva Zelanda con un abrigo rojo de corte militar decimonónico, una especie de levita de cosaco con una larguísima lista doble de botones plateados, diseñada por la modista que Diana usaba en sus inicios, Catherine Walker. No nos entiendan mal: iba elegante, seria y más «reina» que en otras ocasiones, pero no es necesario tanto «regreso al pasado». Aunque la verdad es que Catalina, al más puro estilo de las princesas actuales, moderniza todo yendo «envasada al vacío». Diana, en su primera época, parecía un policía , «disfrazada» con abrigos y vestidos destartalados, creados por modistas británicos de medio pelo a los que ella hizo famosos, como la antes mencionada Catherine Walker o el matrimonio Emanuel. En cambio, con el paso de los años, perfiló su estilo, utilizando trajes de chaqueta impecables de diseñadores exquisitos, que le favorecían y estilizaban. No obstante, en su viaje a Oceanía, Catalina también ha sabido ir discreta, actual y elegante, luciendo un abrigo azul de Alexander McQueen, que remató con una favorecedora coleta y unos pendientes de Diana, ahora que parece haber heredado el joyero completo de su suegra. Sugerimos a la Duquesa que se lance a crear su propio estilo personal con la ayuda de las nuevas casas de moda británicas que han conseguido «empaquetarla» regia, guapa y actual.

Por mucho que la alaben en la prensa por sus estilismos «regio-contemporáneos», la cruda realidad es que Catalina de Cambridge no ha definido aún su estilo propio. La Duquesa todavía está en esa fase de encontrarse «sartorialmente» a sí misma , con la dificultad añadida de que su transición es analizada por el mundo entero y retratada en los medios.

Las demás podremos quemar las fotos embarazosas del álbum de familia, las más jóvenes podrán eliminar las fotos de Facebook, pero Catalina no podrá jamás destruir los archivos de la prensa del planeta. Si todas las mujeres tenemos la oportunidad de probar y equivocarnos en la elección de nuestros conjuntos, la esposa del Príncipe Guillermo lo tiene crudo. Un error de protocolo en un bautizo y la abuela nos puede mirar mal. Un error de protocolo para la Duquesa en el bautizo de un Príncipe noruego y su abuela puede desterrarla.

Lo que todas tenemos en común durante este ciclo vital de búsqueda de imagen personal es que nos inspiramos en nuestros iconos de estilo. Al ver el estilismo -ya bautizado como «look azafata»- que lució a su llegada a Nueva Zelanda, nos queda claro que la mujer del Príncipe ha elegido a su suegra como modelo. Pues menos mal. Podía haber sido mucho peor. Bienvenido sea el look Diana de Gales. Mejor Lady Di que Lady Gaga, sin duda.

Nos imaginamos a Catalina con un corcho lleno de fotos de Diana, escondido en su ropero entre sus vestidos de McQueen y Tory Burch. La vemos buscando en internet en los archivos de periódicos, a modo de editora gráfica, recopilando los looks de su suegra. Ha sido muy lista en su elección, porque en un mundo en el que la prensa adora a la difunta Princesa de Gales, si se meten con un estilismo de Middleton, siempre podrá defender su elección con un: «Pues Diana lo llevó antes», y todos callados. Eso sí, esperamos que no se remonte demasiado en la vida de Diana, antes de conocer la moda ultrafemenina del creador Gianni Versace y dar con el punto clásico-moderno de la diseñadora Amanda Wakeley. Mientras evite los cuellos estilo babero, las chaquetas con aire tirolés y las mangas abullonadas, todo irá bien.