José Fernando «me dio puñetazos en las costillas para vaciarme los bolsillos»

El abogado de la víctima, Manuel Manzaneke, calificó los hechos relatados como una «cacería» en la que los imputados atacaron a su cliente «como una manada de lobos». Esa «cacería» comenzó pasadas las 5.30 de la madrugada cuando iba a cerrar el local. Jonathan dio un codazo accidental a Francisco S. C., uno de los amigos de Ortega, que provocó que se derramara su copa.

«Vamos a por él, a cogerlo»

Forcejearon, se lanzaron entre ambos un vaso y un puñetazo, que le alcanzó al denunciante un hombro y un oído. Jonathan abandonó la terraza del prostíbulo y salió a la carrera, momento en el que el hijo de Ortega Cano y otros dos jóvenes se dirigieron hacia él diciendo «¡vamos a por él, vamos a cogerlo!». Uno de ellos le lanzó un «pedrusco» que se estrelló en su mano izquierda y en ese momento le dieron alcance con un Nissan blanco que lo rodeó por detrás y del que se bajaron el hijo del matador y otros dos amigos, según su relato.

Ortega Mohedano y Francisco S. C. se colocaron delante de la víctima y empezaron a golpearla hasta tirarla al suelo, mientras que los otros dos (a los que no pudo ver) se parapetaron a su espalda. José Fernando se le echó encima y le metió las manos en los bolsillos donde guardaba los dos móviles, la cartera y unas llaves. «Ortega me dio puñetazos en las costillas hasta que metió de nuevo sus manos en mis bolsillos». En este punto de la declaración, según fuentes jurídicas consultadas por ABC, la víctima rompió a llorar desconsoladamente , hasta el punto de que la juez se planteó parar la vista.

Después de la agresión y el robo, Jonathan huyó hasta un descampado y acudió a la gasolinera Europa I para pedir ayuda. Desde allí los empleados avisaron a la Guardia Civil de Castilleja de la Cuesta. El joven fue trasladado al centro de salud . El parte de lesiones señala: «Motivo de la consulta: robo. Agresión: lesiones. Herida inciso contusa mano izquierda. Hematoma múltiple pierna izquierda. Hematoma retroarticular derecho y hematoma en el codo izquierdo. Exploración: cura de heridas».

A la mañana siguiente, el día 3, la víctima acudió al cuartel y d enunció los hechos . En esa denuncia inicial, que ayer ratificó ante la juez que instruye el caso, detalló que tras la paliza y el robo de sus efectos personales las cuatro personas se subieron al Nissan en dirección al club. Diez minutos después, Jonathan se dirigió al aparcamiento de «El Rey 2000» para recuperar el coche que conducía, un Audi A3, propiedad de su padre, pero ya no estaba. El club había cerrado y él caminó hasta la citada gasolinera para que alertaran a los agentes. Señaló que no conocía de nada a los agresores, más que de verlos esa noche.

Al día siguiente, agentes de la Guardia Civil encontraron el coche sustraído, volcado y quemado en Almadén de la Plata. Fue posible identificarlo porque no llegó a quemarse del todo una raqueta de pádel de la víctima. Los agentes iniciaron una investigación en la que fue clave el testimonio de un empleado del club. Este testigo vio a todos los implicados durante esa noche, y más tarde tras cerrar el local se encontró con la víctima en la gasolinera. Él además reconoció a todos los amigos del hijo del torero y al propio Ortega (no era la primera vez que acudía al establecimiento); el denunciante también identificó tanto a José Fernando como a Francisco S. V.

El pasado miércoles, a las 23.30 de la noche, la Guardia Civil detenía en Castilblanco de los Arroyos a Ortega Mohedano y a otros dos amigos suyos, con antecedentes policiales. Hace poco más de un mes, los agentes imputaron a los mismos individuos una falta de hurto por la sustracción de un teléfono móvil del interior de un vehículo aparcado junto al mismo club.

Cinco dosis y 500 euros

El hijo del torero llevaba cinco dosis de droga y 500 euros en metálico. Él confesó los hechos e incluso detalló que condujo el Audi hasta Almadén a 140 km por hora, pese a que no tiene carné de conducir. El pasado jueves, la juez de guardia los envió a los tres a prisión sin fianza tras imputarles varios delitos. Al hijo del diestro la Fiscalía le imputó robo con violencia, robo de uso de vehículo, daños y un delito contra la seguridad vial, según fuentes jurídicas.

José Fernando admitió que él y sus amigos compraron una garrafa de gasolina para repostar el Audi y con ese combustible quemaron el coche. Según él, lo hicieron sus compinches tras tener un accidente los tres. Mientras él permanecía en la carretera, los otros dos prendieron el coche. Reconoció que el día de la agresión se había drogado, pero no el día del accidente. «Habitualmente consumo alcohol, porros y cocaína», contó a los agentes. En sede judicial, ofreció hasta tres versiones distintas sobre el robo.