Patricia D’Arenberg: «No soy la sucesora de Carla Bruni, la respeto muchísimo»
ABC habla con la princesa que conquistó al filósofo Jean-Paul Enthoven, ex de la modelo italiana
Patricia D’Arenberg: «No soy la sucesora de Carla Bruni, la respeto muchísimo»
«¿Quién es la misteriosa mujer que ha logrado atrapar al ex de Carla Bruni?», se preguntan los cronistas de la prensa rosa francesa. ABC resuelve el enigma: la nueva novia del famoso filósofo Jean-Paul Enthoven es Patricia della Giovampaola D’Arenberg , una princesa ... italo-francesa que vive a caballo entre Buenos Aires, Punta del Este y París. La aristócrata habla en exclusiva para GentEstilo sobre el romance que está en boca de toda la izquierda caviar parisina . «A Jean-Paul lo conozco desde hace años, fuimos amigos antes que novios. Comenzamos a salir hace casi cuatro años, pero lo digo ahora porque soy muy pudorosa con mis sentimientos», explica D’Arenberg en una conversación telefónica desde su mansión en las playas uruguayas.
Jean-Paul Enthoven, uno de los editores y filósofos más respetados de Francia, sufrió un accidentado aterrizaje en el papel couché en el año 2000, cuando comenzó su tórrido idilio con la modelo italiana Carla Bruni . Él tenía más de 50 años y estaba divorciado por partida doble de Corinne Pécas, hija del mítico director de cine erótico Max Pécas, y de la ensayista y crítica literaria Catherine David. Ella, con 33, no se quedaba atrás y ya acumulaba un largo prontuario amoroso que incluía a Eric Clapton y Mick Jagger.
El frenesí mediático en torno al «affaire» llegó en 2001, cuando las revistas de cotilleo pillaron in fraganti a Carla en los brazos del hijo de Jean-Paul , el atractivo Raphaël Enthoven, con el que la modelo tuvo a su hijo Aurélien (por entonces, Raphaël, filósofo como su padre, estaba casado con la hija de Bernard-Henri Lévy ).
El triángulo de amor bizarro alcanzó su clímax en 2008, cuando Enthoven padre, uno de los mayores expertos mundiales en la obra de Marcel Proust, publicó «Lo mejor que tuvimos», una novela que tenía como protagonista a un clon de Bruni : una alpinista social italiana que utilizaba a los hombres como marionetas. Los franceses leyeron entre líneas que la novela era la dulce venganza del escritor contra su exnovia, quien por entonces ya era esposa de Nicolas Sarkozy y flamante primera dama de Francia.
D’Arenberg desmiente la guerra fría entre Enthoven y Bruni. «¡Todo lo contrario! Se llevan muy bien. Yo no le pregunto a Jean-Paul sobre su relación con Carla, pero sé que adora a su nieto, Aurélien, que es un niño inteligentísimo y muy guapo», dice la princesa, que enviudó del noble y playboy francés Rodrigo D’Arenberg en 2007. «No soy la sucesora de Carla, la respeto muchísimo. E s una excelente madre. La mejor prueba de ello es Aurélien, al que conozco y que es un chico muy educado », añade. La princesa y la ex primera dama también mantienen una «educada» relación: «Es que a Carla la conozco de cuando era modelo y me la cruzaba en los desfiles y fiestas de París. Antes de Raphaël y mucho antes de Jean-Paul».
Reina de la Rive Gauche
Antes de todos ellos, D’Arenberg ya era una de las mujeres más elegantes de Sudamérica y anfitriona de las veladas más fastuosas de Uruguay. Ahora disfruta de su nueva etapa de relativo bajo perfil. «Jean-Paul es lo opuesto a Rodrigo, mi difunto marido. Es muy tranquilo, cerebral; mientras que el príncipe era pasional y amante de las fiestas. Yo ahora necesito tranquilidad, y él me la brinda », dice. De hecho, él vive en París y ella, entre las dos orillas del charco. «Incluso durante mis estancias en París, cada uno vive en su casa. El tiene su piso en Los Invalidos y yo el mío, en el Parque Monceau», aclara.
El escandaloso triángulo amoroso que protagonizaron Jean-Paul y Raphaël Enthoven con Bruni ya es historia. Y Bernard-Henri Lévy sigue siendo amigo de la familia. «Bernard es espectacular, un hombre con mucha personalidad y muy inteligente . Son amigos pese a todo», dice madame D’Arenberg, quien ha logrado trasladar a la intelectualidad francesa de Saint Germain a las cálidas playas de Punta del Este, donde ella se codea con Alberto de Mónaco, Giuseppe Cipriani, Paola Marzotto y Valeria Mazza.
La princesa le ha enseñado a Enthoven los encantos de la café society. A cambio, él le ha abierto las puertas del inaccesible mundillo de la intelectualidad. «Este es un nuevo universo para mí, el de los pensadores de Saint Germain. Hace unas semanas, Jean-Paul me presentó a Milan Kundera , un tío fantástico, alto y guapísimo», revela la bella aristócrata, que ahora alterna sus amigos fashionistas con grandes nombres de la literatura como Vargas Llosa o Isabel Allende. «Acabo de terminar de leer el último libro de Jean-Paul, ‘‘Diccionario amoroso de Proust’’. Es maravilloso. ¿Ha visto? Ahora soy una experta en Proust».
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