Organizada, limpia y útil: así es la despensa ideal

La despensa debe estar bien ordenada y cuidada, no solo porque el orden influye en el estado de ánimo de forma clara, sino también porque de esa forma será útil y funcional para conservar los alimentos, encontrar los ingredientes y preparar los platos. Si no se siguen unas normas clave, puede convertirse en todo un caos que lleva incluso a desperdiciar comida. Estos son algunos de los trucos imprescindibles que hacen de una despensa el mejor aliado en la cocina.

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Orden por categorías

Más allá de los elementos decorativos, la organización es el pilar fundamental para mantener una despensa bonita y útil. Colocar los alimentos por categorías hace más sencillo su acceso, como los distintos tipos de pasta juntos o las diferentes conservas. Es aconsejable que la fruta y los ingredientes menos utilizados se sitúen en los estantes superiores, y los recipientes más pesados en la parte inferior. Además de esto, elementos como cestas, cajas o colgadores pueden ser de gran ayuda. Paula Martino, directora creativa de Kenay Home, los aconseja para mantener el orden y los cataloga como un gran recurso «para compartimentar y ordenar el espacio».

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Un toque decorativo

Aunque la organización es el primer factor a tener en cuenta en una despensa, es posible escoger pequeños elementos que sean adecuados y no desentonen, pero la hagan más agradable a la vista. Un pequeño centro de mesa con alcachofas frescas o cebollas dulces es ideal tanto de forma visual como práctica, ya que sirve de acceso rápido a esos alimentos. Una jarra de cristal con agua y algunos limones es otra buena opción, aunque si el objetivo es decorar y seguir trabajando en la línea de la organización, una tablero de notas donde apuntar las próximas compras puede ser la solución. Manuel Delgado,Interior Design Manager de Ikea, señala la posibilidad de «programar los menús semanales con el objetivo de aprovechar al máximo todos los alimentos».

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Recipientes transparentes

Cada alimento tiene sus necesidades y necesita un contenedor adecuado a ellas. Delgado explica que para alimentos secos, granos, pastas y cereales, así como para conservas, «lo ideal son los recipientes de cristal, que al ser más herméticos y asépticos permiten que se conserven mejor». Además aportan un punto decorativo y es más fácil encontrar todo.

El caso de la fruta y la verdura —alimentos que necesitan oscuridad— es distinto: el plástico es el material más indicado, pero además de esto, el experto tiene en cuenta otro tipo de factores. «Los recipientes de plástico son recomendables principalmente para aquellos hogares con niños, sobre todo en aquellos donde los pequeños tienen parte activa en el momento de cocinar», señala el experto.

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Una réplica en miniatura

Para ahorrar tiempo y tener los esenciales a mano a la hora de cocinar, lo ideal es tener un pequeño espacio donde guardar los ingredientes que se utilicen a diario. En el caso de tener poco espacio en la despensa, Martino propone como solución utilizar «un mueble en el salón o en la cocina para ganar mucho más espacio de almacenaje para todo tipo de productos». En su defecto, en el caso de que no sea posible, un par de estantes en la cocina puede ser la solución, siempre sin perder de vista el orden y la limpieza. Otra de las opciones recomendada por ambos expertos es colocar objetos de almacenaje en las paredes, como ganchos para organizar utensilios y tenerlos siempre a mano.

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La importancia de la limpieza

Finalmente, es importante recalcar la importancia de la limpieza para que una despensa resulte atractiva e invite a ser utilizada. De nada sirve tener el mejor de los recipientes si tiene huellas marcadas, estantes de la mejor de las maderas si hay especias esparcidas por ellos, o las conservas bien organizadas si los tarros dejan un cerco aceitoso. No es necesario obsesionarse, sino convertir el cuidado de cada espacio en parte de la rutina.