El cuerpo de reloj de arena, como el de Kim Kardashian y Beyoncé, el más deseado según los cirujanos plásticos

Los cirujanos confirman que entre 2018 y 2023 ha aumentado un 60% la demanda de lipoesculturas para lucir un cuerpo reloj de arena (mucho seno y glúteos, poca cintura y piernas delgadas) como el de Beyoncé o las Kardashian, entre las mujeres de 18 a 40 años. «Es un efecto demandado: disminuir abdomen y cintura, y aumentar el tamaño de las caderas y las nalgas porque feminiza. De manera que, la cifra resultante de la división entre el perímetro (en centímetros) de la cintura y el de la cadera sea lo más próxima posible a 0,7», revela el cirujano plástico Miguel Gómez Bravo.

La Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP) asegura que la lipoescultura es una de las intervenciones más demandas por pacientes entre los 35 y los 50 años (24%) por delante del aumento de pecho (15,7%) que en España, en líneas generales, es la cirugía estética más pedida.

Pero la liposucción que se realiza ahora nada tiene que ver con la que se practicaba hace unos años, gracias al uso del ecógrafo. «Supone un antes y un después en algunas cirugías como la liposucción. Disponer de un ecógrafo que cabe en el bolsillo de la bata y que se conecta fácilmente a un móvil facilita mucho el proceso de la lipoescultura. Algunas compañías ya han desarrollado dispositivos muy manejables que se pueden llevar en la bata y utilizar con una sola mano. Creo que el ecógrafo va a convertirse en el fonoendoscopio del siglo XXI para el médico», asegura el doctor Gómez Bravo. Es más, «en EEUU (Florida) ya les han obligado a utilizan el ecógrafo en lipotransferencias de glúteos con el fin de evitar el riesgo elevado de muerte. Y en España cada vez se está utilizando más», asegura el cirujano plástico.

Hasta ahora los cirujanos trabajaban 'a ciegas', guiados por su experiencia, pero gracias al ecógrafo tienen la posibilidad de ver en el momento los órganos y estructuras profundas. «En una lipoescultura podemos ir viendo tanto la capa grasa profunda como la superficial. Esto nos permite ser más precisos a la hora de la extracción, y conseguir una definición más anatómica, natural y segura, ya que sigues a la perfección la anatomía de la paciente», asegura el doctor Bravo.

El cirujano explica cómo es el nuevo procedimiento: «con la paciente boca arriba realizamos unas mínimas incisiones encima del pubis, a la altura del ombligo y de los surcos submamarios que nos servirán para introducir luego las cánulas de lipoescultura Power Assited Liposuction (PAL). Este tipo de cánulas vibran y facilitan la extracción de la grasa. Al mismo tiempo, vamos valorando con el ecógrafo la musculatura abdominal y las distintas capas de grasa. Esto nos permite ir directamente a la grasa más profunda del abdomen, en lugar de a la superficial, y extraerla sin riesgo de irregularidades (típico efecto secundario de la liposucción convencional). A continuación, disponemos a la paciente boca abajo para acceder a la grasa profunda de los flancos y la extraemos».

Cuando la paciente busca aumentar sus glúteos y caderas, para marcar esa característica silueta de reloj de arena, la grasa extraída en la liposucción se centrifuga en un circuito cerrado (para evitar que entre en contacto con el aire y el riesgo de contaminación) y es tratada para obtener una grasa depurada, rica en células madre, que luego es infiltrada mediante unas cánulas especiales en las caderas y los glúteos.

Respecto al postoperatorio, la primera semana es la más complicada por la inflamación, los hematomas y el dolor. Además, se debe llevar una faja de compresión suave. Después, y durante cinco semanas, la faja debe ser de compresión más fuerte, y se aconseja recibir masajes de drenaje linfático.

Los resultados definitivos se ven a los tres meses, y el doctor advierte «si se engorda o no se cuidan, la grasa transferida aumentará de tamaño».