Los socios de Sánchez dudan de su giro a la izquierda y creen que tiene «más de marketing que de realidad»

Bel espera a conocer la letra pequeña de los impuestos, Errejón exige que el golpe de timón llegue «hasta el final» y Baldoví creerá las nuevas tasas cuando las publique el BOE

La segunda jornada del debate sobre el estado de la nación ha arrancado este martes dejando ver las dudas de los propios socios de Pedro Sánchez respecto al giro a la izquierda dado ayer por el presidente del Gobierno y la profundidad de las ... medidas anunciadas. En concreto, la creación de dos nuevos impuestos para gravar los resultados extraordinarios de las empresas energéticas y los bancos.

El portavoz del PDeCAT, Ferrán Bel, no ha tenido problema en espetar al líder socialista que su nuevo paquete tiene «más de marketing que de realidad«, recordando que el Gobierno ha terminado recaudando un tercio de lo que esperaba con la llamada «Tasa Tobin» y todavía menos con el Impuesto sobre servicios digitales.

A partir de aquí, ha asegurado que se mantiene a la espera de conocer la «letra pequeña» de los nuevos impuestos para poder evaluar su alcance. Además ha denunciado que el paquete anunciado ayer adolece de «improvisación y poca coherencia», recordando que hace dos semanas el Gobierno aprobó la bonificación del 50 por ciento en los cercanías y el decreto aún ni siquiera ha sido convalidado. «¿Y qué pasa con aquellos que solo tienen el autobús o no tienen alternativa? ¿No se bonifica el metro?», criticó.

«Un desasosiego semanal»

«Por hacer una larga lista de proyectos legislativos, las cosas no van a ir mejor, tranquilidad, le veo cierto nerviosismo», ha dicho el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, que subió a la tribuna igual de escéptico que el resto de socios de investidura. Las medidas anunciadas fueron para Esteban «una recolección de ideas improvisada recogida en los ministerios». No le tranquilizó la respuesta del presidente, en la réplica, Esteban pedía «un cambio de actitud» al presidente: «Es un desasosiego semanal que desgasta mucho y es muy desagradable».

Al PNV no le sentó bien que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, anunciara que Sánchez haría anuncios sin contrastar con los grupos. «Incumple el punto primero de nuestro acuerdo de investidura, relativo a tener una comunicación fluida con nosotros sobre los proyectos e iniciativas del Gobierno», reprochó Esteban. El portavoz del PNV también lamentó que Sánchez haya faltado a los compromisos del calendario de traspasos que el mismo Gobierno fijó y no cumple con sus plazos.

El portavoz vasco critica además que no es la primera vez en los últimos meses que el Gobierno actúa con esa unilateralidad. Y avisa de que eso está estropeando la relación con los socios parlamentarios y no solo con el PNV. «Probablemente piensa que la mejor reacción a una bajada en las encuestas es presentar una serie de medidas, pero nos veremos abocados a tener que discutirlas bajo presión para no hacer descarrilar al gobierno», valoró Esteban.

La portavoz de Bildu habló de la respuesta social y económica a la crisis y en la fuerza del bloque plurinacional que hacen en el parlamento junto a ERC. «Hemos apoyado muchas de sus medidas que beneficiaban a las clases populares. Valoramos y reconocemos los avances -ha explicado Aizpurua-, pero debemos mostrar nuestro desacuerdo con sus decisiones de los últimos meses». Bildu se refiere a las declaraciones de Sánchez sobre el aumento del gasto militar, la cumbre de la OTAN y también a sus elogios a la respuesta de Marruecos en el asalto a la valla de Melilla. Pero también a presentar en el Pleno medidas que ni siquiera consulta a Unidas Podemos.

Como el resto de socios, la portavoz de Bildu no confía en los anuncios del presidente ni en que sean garantía de mejora en la vida de los ciudadanos. «Durante el debate ha intentado imprimir un giro a la izquierda, podemos pensar que tenemos al Sánchez de izquierdas, ojalá sea así, pero casi siempre todo se queda a medio camino», ha expresado Aizpurua. Como ERC, insisten en que los dos nuevos impuestos sean permanentes. «¿Es suficiente? Obviamente no. El Impuesto a la Banca estará vigente dos años, ¿sabe los beneficios de los principales bancos en 2021? Más de 20.000 millones, adeudan 60.000M del rescate bancario», ha insistido.

«Una decepción más»

Íñigo Errejón también ha trasladado cierto escepticismo y ha avisado a Sánchez de que «en el ánimo» de los ciudadanos no cabe «una decepción más o un anuncio fallido más». Así, el líder de Más País le ha exigido que lleve «hasta el final» el «golpe de timón» dado ayer, pese «a los ataques» y presiones que pueda sufrir el Gobierno y le ha pedido ir más lejos hasta aplicar una «política de control de precios en los sectores inflacionarios». Según el exdirigente de Podemos, los ciudadanos tienen la »sensación« de que la clase política se encuentra lejos de »su vida cotidiana» y consideró que esto «es el caldo de cultivo de la reacción, porque la ola reaccionaria y el desprestigio de la política son la misma cosa».

En cuanto a Compromís, Joan Baldoví ha asegurado que no se creerá los nuevos impuestos anunciados por Sánchez hasta que no los vea publicados en el Boletín Oficial del Estado, y ha advertido que el Gobierno tiene «asignaturas pendientes» para septiembre. Además, ha reclamado un giro a la izquierda más profundo, con medidas más ambiciosas para que los votantes progresistas y las familias vulnerables vuelvan a confiar e ilusionarse. «Nos queda un año, aprovechémoslo», emplazó.

La portavoz de Junts, Miriam Nogueras, no puso en duda la profundidad de las medidas de Sánchez pero sí las consecuencias que van a tener. »Lo que no cuenta es que después del todo gratis vienen los recortes», cargó sobre la subvención a los cercanías.

Frente al tono combativo de la primera jornada, el jefe del Gobierno está optando por un discurso más institucional y sosegado. Desde esta posición ha debatido con Nogueras quien ha realizado un discurso muy duro en clave catalana para reclamar la independencia de su autonomía. Sánchez ha invitado a Junts a regresar a la mesa de diálogo y la dirigente independentista le ha dado un sonoro portazo, argumentando que no es un «proceso de negociación real» para lograr la secesión. El jefe del Ejecutivo le ha pedido que abandone las posiciones extremistas para poder lograr avances.

Y es que la situación política de Cataluña ha copado buena parte del arranque de esta segunda jornada, con Nogueras y Bel cargando contra el presidente por los escasos minutos que le dedicó ayer. En plena guerra con ERC, la portavoz del partido de Carles Puigdemont intentó desmontar la idea que venden los republicanos de que pactar con Sánchez es beneficioso para Cataluña. «Seguir dándole estabilidad, nos ha ido alejando de nuestro objetivo principal que es la independencia de Cataluña. Con usted Cataluña siempre pierde», arremetió.

Bel también ha criticado la mesa de diálogo pero por su falta de consecuencias. «Se ha reunido solo dos veces», criticó, advirtiendo que «no puede ser un eslogan» sino que «necesita resultados». Entre los avances que espera el PDeCAT se encuentra la reforma de la financiación autonómica. »¿A qué esperamos?«, reclamó al socialista.

Pedro Sánchez reaccionó insistiendo en que busca el reencuentro de la sociedad catalana y presumiendo de que su política de mano tendida ha dado sus «frutos», en alusión a que hay una menor conflictividad desde el bando independentista.

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