Socios del PSOE: «No haremos 'casus belli', pero hay cosas raras»

Así, a puerta cerrada, fuentes de partidos aliados con Sánchez en el Congreso evidencian su recelo hacia los encuentros del empresario Carlos Barrabés, imputado este viernes por el juez Peinado, con el matrimonio presidencial en el Palacio de La Moncloa: «Tú puedes ser libre de recibir a quien quieras en tu casa, pero cuando eres la mujer del presidente del Gobierno y la reunión es de trabajo… es raro como mínimo», confiesan con cierto recelo a ABC. «Vemos cosas raras que se deberían explicar, pero no conocemos el contexto de cómo se producen esas reuniones ni ningún tipo de información», añaden.

No pedirán esa información a Sánchez porque consideran que sería «hacerle el juego» a la derecha, y esperan que el recorrido del caso lleve a aclarar todas esas cuestiones. «Es probable que el caso se archive», apuntan, aunque reconocen que las cuestiones que «no cuadran van a más y no a menos» por lo que «alguien debería dar explicaciones». Algo que Sánchez no ha hecho aún a pesar de que compareció ante el Congreso para el 22 de mayo para, supuestamente, responder sobre las actividades de su mujer. Sin embargo, evitó pronunciarse. Ni siquiera respondió a esta fácil pregunta del líder de Vox, Santiago Abascal: «¿a cuántas empresas cotizadas que dependen de su regulación llamó usted personalmente para que recibieran a su esposa?». «Sánchez dio por callada la respuesta. Debemos interpretar que fueron muchos», señalan fuentes de la formación derechista a ABC.

Noticia Relacionada

Sánchez ignora una pregunta sobre su mujer en una comparecencia en Reino Unido

Mariano Alonso

El presidente evita deliberadamente pronunciarse la víspera de la declaración de Gómez justo tras haber defendido el derecho a la información de los ciudadanos

Dentro de esa estrategia de minimizar el caso, los aliados de Sánchez lo alejan de otros famosos escándalos de corrupción en la historia de España. «No vamos a hacer 'casus belli' del tema. No es lo de Juan Guerra», aseguran. El hermano del exvicepresidente del Gobierno socialista Alfonso Guerra, con despacho propio en la Delegación del Gobierno en Andalucía, fue condenado por la Audiencia Provincial de Sevilla y absuelto luego por el Tribunal Supremo por tráfico de influencias. El caso Juan Guerra sentó precedente en España en los años ochenta. Consiguió que se tipificara por primera vez en nuestro país este delito por el que ahora también está siendo investigada Begoña Gómez.

En esta línea, y ya abiertamente, el PNV, dice desconocer «si esto tiene mucho trasfondo judicial» aunque si lo tuviera, «tampoco es la Gürtel precisamente». En una entrevista a RNE, Aitor Esteban subrayó que, a su juicio, la investigación a Begoña Gómez «se sostiene muy justita». No obstante, considera que «hay algunas cosas que simplemente no toca hacer» y «aunque sea frustrante muchas veces y te gustaría desarrollar algo, es que no toca, no lo tienes que hacer para que no haya ninguna sospecha, es aquello de 'no sólo ser, sino parecerlo'». Y en este sentido ha habido «una cierta dejación y un cierto descuido», opina Esteban.

La investigación a Begoña Gómez se percibe con la misma inquietud en Esquerra. Fuentes internas de ERC explican a este periódico que «se sigue el tema con preocupación porque toca dos pilares de lo que es ERC: la lucha contra la corrupción y el apoyo a Pedro Sánchez».

Por el momento, los republicanos están a la espera de conocer «hacia dónde va a caer la tostada, es decir, si esto va realmente en serio». «Aunque es verdad -confiesan en la misma línea que los vascos- que cada vez hay más cosas raras en todo esto». «Dicho esto, aún es pronto para decantarse», expresan al mismo tiempo que aseguran que cuando el tema se incline hacia un lado u otro de la balanza, tomarán medidas: «Ojalá sea que todo es agua de borrajas», esperan los de Oriol Junqueras.

Si bien menos críticos que el resto de partidos del pacto de investidura dado su papel como socio minoritario del Gobierno de coalición con el PSOE, en Sumar hay cosas que tampoco gustan. Compromís, uno de los integrantes de esta amalgama de partidos que se quedó descabezada y hecha un auténtico polvorín tras la huida de Yolanda Díaz el pasado 10 de junio, señala que no utilizarán el caso de Begoña Gomez para presionar políticamente a Pedro Sánchez ni dejarán de dar sustento parlamentario al Gobierno de coalición aunque se llegue a abrir juicio oral. Fuentes de la formación valenciana confirman a ABC el «apoyo absoluto» al Ejecutivo ante lo que consideran un caso «grave» de guerra política en los tribunales.

Pero sí que reconocen que les hubiera gustado que el PSOE les hubiera respaldado del mismo modo cuando lo que consideran 'lawfare' ha afectó a la anterior líder de su patido, Mónica Oltra, cuya causa fue reabierta por la Justicia valenciana a finales de junio. El motivo fue la gestión de los abusos sexuales sufridos entre 2016 y 2017 a una menor tutelada y cometidos por el exmarido de la que fuera dirigente de la formación. En ese sentido, califican de insuficientes las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno en su plan de regeneración democrática expuesto la pasada semana en el Congreso, por lo que le pedirán más contundencia.

El apoyo de Compromís al Gobierno de los socialistas y Sumar solo «podría estar en peligro» si, afirman, durante la negociación de los próximos Presupuestos y sin un nuevo modelo de sistema de financiación a la vista, no se cumple el acuerdo para compensar a la Comunidad Valenciana por todos los recursos que deja de recibir cada año del Estado. Informa Toni Jiménez desde la C. Valenciana.

Compromís no es el único socio que reprocha al líder socialista el hecho de que agite el 'lawfare' ahora que su entorno tiene problemas con la justicia, Esta actitud también genera malestar en Podemos al considerar que nunca actuó frente al «acoso mediático» que sufrieron en su día Pablo Iglesias e Irene Montero. «Al presidente quizá le pese no haber hecho nada cuando acosaban a sus compañeros», declaró Ione Belarra tras la primera carta a la ciudadanía de Sánchez a finales de abril. Ahora, tres meses después, le echan en cara también su pacto con el PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial y en este sentido le recuerda la líder morada: «Acaban de pactar con un partido, como el PP, que, de la mano de sus brazos judiciales, está orquestando el acoso contra su familia».

No son sólo los socios a los que el avance de la investigación sobre Begoña Gómez genera inquietud que no se reconoce en público. El sentimiento de recelo consigue colarse también en las entrañas del propio Partido Socialista, en cuyas filas consideran cuanto menos «sorprendente» que «siga saliendo» cada vez más información acerca de los negocios de la esposa del líder del Ejecutivo. «No es sólo cosa de un día», manifiestan intranquilas voces internas de la formación en conversación con este diario, a sabiendas de que «lógicamente existe una premeditación de ir contra Begoña Gómez» y de que haya quienes estén «inflando todo lo posible» la investigación. La imputación del empresario Barrabés, al que Begoña Gómez firmaba cartas de recomendación para facilitarle adjudicaciones públicas, puede llevar el caso a otro estadio.