Armengol sitúa la investidura el 26 y 27 de septiembre de acuerdo con Feijóo

La fecha marcada por Armengol cumple la demanda del PP de darle tiempo para negociar, sin las prisas de una sesión la próxima semana, pero sorteando también el riesgo de una repetición electoral en navidades.

La presidenta Armengol ha destacado que ha hablado en dos ocasiones con Feijóo desde su designación. En la noche de ayer y esta mañana. Una forma de dejar clara que la fecha no es una decisión unilateral. Aunque el artículo 170 del Reglamento del Congreso de los Diputados le confiere a ella la potestad de fijar el pleno. Lo usual siempre ha sido que éste sea consensuado con el candidato a la investidura, con la particularidad en este caso de que representan a fuerzas políticas distintas.

Con la fecha escogida se logran varias cosas. En primer lugar se da gusto al candidato Feijóo, que este martes manifestó que empezará la próxima semana su ronda con los grupos. Un planteamiento con el que, por tanto, quedaba descartada la posibilidad de una sesión la próxima semana.

Feijóo quiere transmitir que asume el encargo no como un trámite, pese a lo improbable de su elección. Sino que se lo toma en serio y abre negociaciones. Armengol le ha comunicado la decisión a los portavoces de los diferentes grupos políticos. La presidenta ha defendido que con esta fecha «se da un tiempo más que prudencial para que el candidato pueda realizar las negociaciones oportunas con los representantes de las distintas formaciones políticas». Armengol ha recordado que la media del tiempo transcurrido en pasadas legislaturas es de un mes entre el encargo y el debate. Y con la fecha elegida habrán transcurrido 35 días desde la designación del monarca y el debate de investidura.

El segundo objetivo que se logra con esta fecha es el de sortear el riesgo de una repetición electoral en plenas Navidades. Con la fecha escogida, y aplicando los mecanismos que rigen en la ley electoral, será el 27 de septiembre cuando se produzca la primera votación y cuando empiece a contar el plazo de dos meses.

Si Feijóo no es investido, Sánchez tendrá hasta el 27 de noviembre para proponer una mayoría alternativa. De lo contrario. Las Cortes quedarían disueltas. El Real Decreto se publicaría al día siguiente y las elecciones se celebrarían 47 días después. Esa nueva cita con las urnas sería el 14 de enero. Arrancando la campaña electoral el viernes 5 de enero, en pleno fin de semana de Reyes. Pero evitando que el grueso de la campaña y el día de la votación sean en plenas fiestas.

La decisión traslada otra consecuencia. Y es que desde hoy y hasta el próximo 27 de noviembre Sánchez va a contar con algo más de tres meses para negociar una alternativa. Y la segunda lectura es que si Armengol, con evidente interlocución con Sánchez, no ha arriesgado con las fechas, blindando las fechas navideñas, es porque nadie se atreve a descartar el escenario de la repetición electoral.