Los servicios de prensa de Moncloa estuvieron anunciado varios «retrasos» en el horario de la llegada de Sánchez, lo que se interpretó como una manera de ganar algo de tiempo y preparar la reacción a la noticia, puesto que el inesperado anuncio de Turull parecía la concreción de las amenazas que le había lanzado el propio Puigdemont en el pleno del parlamento Europeo, donde mencionó que los incumplimientos pueden tener «consecuencias que no son agradables».
De todos modos, a su llegada a la reunión del Consejo, Sánchez acabo repitiendo la misma tesis que la portavoz del Gobierno Pilar Alegría y dijo que tal reunión «no está en la agenda» pero sin descartarla en ningún caso. Preguntado directamente el presidente del Gobierno no ha descartado la reunión con Puigdemont, pero se ha centrado en recordar que el 21 de este mes se verá en Barcelona con Pere Aragonès (ERC), presidente de la Generalitat.
«Veo mi agenda y en mi agenda lo que veo es una reunión con el presidente Aragonès como consecuencia de la visita que vamos a hacer a la inauguración del Super Computador en Barcelona», ha apuntado Sánchez, informa Servimedia. Y ha insistido en que su agenda es «pública y absolutamente transparente» y «lo que tengo es una «reunión con el presidente de la Generalitat el 21 de diciembre».
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