Sánchez mantiene que su Gobierno está «limpio» y Feijóo le acusa de actuar por «miedo» al banquillo

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José F. Peláez

Llama la atención que tanto Bolaños como Montero vieran en la alusión a la 'fosa' una falta de respeto a las víctimas de la dictadura, en lugar de a todas las víctimas de la guerra

«La corrupción no se ha ido porque usted sigue aquí», le ha espetado el presidente del Partido Popular, al tiempo que ha acusado al líder socialista de moverse por «miedo» a los jueces, a los medios de comunicación, a que la gente hable en las urnas y sobre todo, ha señalado Feijóo, «miedo a acabar siendo también juzgado por las mismas causas judiciales sobre corrupción que cercan a su entorno.

El líder de la oposición ha interrogado al presidente el mismo día que su mujer, Begoña Gómez, afronta su cuarta declaración ante el juez Juan Carlos Peinado, esta vez, por un presunto delito de malversación de fondos públicos relacionado con el nombramiento y las funciones de su asesora, Cristina Álvarez, que también presta declaración este miércoles, y que se suma a los de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo laboral.

«Sé por dónde quiere ir y no nos va a provocar», le ha limitado a responder Sánchez, evitando hacer mención alguna a su esposa y desviando sin éxito el debate hacia el conflicto palestino-israelí. De este modo, ha presumido Sánchez de que tanto él como sus 22 ministros practican una «política limpia» porque el suyo, ha recalcado, es un «Gobierno limpio que está en el lado correcto de la historia». «Lo que está pasando en Gaza es un genocidio. Repita conmigo: es un genocidio», le ha pedido a Feijóo con cierta sorna al líder de la oposición, muy crítico con la batería de sanciones contra Israel anunciadas por Sánchez el lunes. Entre ellas, el embargo total de armas.

Una vez fracasado su intento de poner en la palestra la situación en Gaza, el presidente del Gobierno ha optado por la baza del desmarque de Feijóo de la apertura del curso judicial para no coincidir con el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y poder asistir al acto de inicio del curso político del PP de la Comunidad de Madrid. «Un plantón institucional que justifica en una conversación privada y falsa», ha criticado Sánchez, después de que el presidente popular revelara una conversación mantenida con Felipe VI en la que, según él, el Rey le trasladó que entendía su ausencia del acto. «¿Es ejemplar el plantón de Feijóo para irse a un mitin en la cuna de la Gürtel? ¿Es ejemplar desvelar una conversación con el Rey?», ha querido preguntar también el ministro de Presidencia y Justicia, el socialista Félix Bolaños, al secretario general de los populares, Miguel Tellado, quien fue precisamente objeto de críticas por parte del Ejecutivo este pasado fin de semana a raíz de unas declaraciones en Navarra en las que afirmó que el PP cavaría la «fosa» del Ejecutivo.

«Cuando el problema es Begoña Gómez, tienen que hablar de Franco», ha denunciado Tellado. «El que sabe de fosas es el señor [Arnaldo] Otegi, el que hizo presidente a Pedro Sánchez y a usted ministro de Justicia [...] ¿Hoy les ha felicitado alguna organización terrorista? Porque, para ustedes, el día no es completo sin el aplauso de algún criminal. Puede ser Otegi, puede ser Hamás», ha añadido el popular, cuyas palabras ha refrendado minutos después su antecesora en Génova, Cuca Gamarra. La actual vicesecretaria de Regeneración Institucional del PP, que ha añadido un elemento más a la ecuación, Leire Díez, la 'fontanera' del PSOE, que el lunes aseguró en la comisión del caso Koldo en el Senado que se había reunido con Santos Cerdán en Ferraz coincidiendo con los cinco días de reflexión de Sánchez. «Tiene más credibilidad Díez cuando dice que sus investigaciones están dirigidas a publicar libros que usted hablando de reformar la Justicia. Leire y usted forman parte de la misma operación para blindar al presidente. Leire, grabadora en mano; y usted, BOE en mano», le ha dicho Gamarra a Bolaños.

El recurrente comodín de la «ultraderecha» tampoco ha faltado en la estrategia de defensa del Ejecutivo, que insiste en vincular al PP con Vox, acusando a los de Feijóo de «mimetizarse» con la formación derechista para difundir bulos y desinformación, pero también para insultar y confrontar.

En cualquier caso, Sánchez —que ya se salvó a finales de agosto de rendir cuentas a cuenta de la corrupción de su familia, partido y Gobierno en un segundo pleno monográfico en el Congreso que impulsó el PP, pero los socios no respaldaron— ha esquivado este miércoles las balas de la oposición, saliendo airoso de una sesión de control nuevamente protagonizada por la causas judiciales del entorno del presidente —«curso nuevo, cuestiones viejas», ha ironizado Feijóo—, aunque bastante más descafeinada que a la que suelen acostumbrar PSOE y PP. También Vox, cuyo líder, Santiago Abascal, ha usado el turno de palabra para arremeter exclusivamente contra la política migratoria del Gobierno.