Sánchez vuelve a arremeter contra los medios por decir que podría ser el próximo secretario general de la OTAN

En un tono muy airado, delante de su homólogo y de varios y destacados miebros de los gobiernos español y sueco, el jefe del Ejecutivo ha vuelto a arremeter contra la prensa por, a su juicio, dinfundir una información falsa, tratando de dar la impresión, ha dicho, de que sólo le mueve el interés personal y de que estaría tratando de «buscar una salida personal» después de presidir el Gobierno durante cinco años.

«Todo es un bulo», ha reiterado, antes de afear a los medios que hayan abonado esa posibilidad, ya que, ha dicho, «lamentablemente estos medios no van a dedicar el mismo espacio a desmentir esos bulos». A su juicio, ha llegado a decir, este caso es «una prueba más de la importancia de que la democracia se defienda ante los bulos».

En una comparecencia conjunta tras la entrevista bilateral entre ambos mandatarios en el salón Barceló del complelo presidencial, donde la Alianza Atlántica ha tenido una gran importancia, dada además la aspiración sueca de formar parte de la organización, el jefe del Ejecutivo no ha dudado en hacer un desmentido tajante sobre sus supuestas aspiraciones para suceder al actual líder de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, ex primer ministro de Noruega y laborista, de la misma familia política, por tanto, que el secretario general del PSOE y líder también de la Internacional Socialista.

Nada más comenzar su comparecencia, Sánchez ha aludido a esa solicitud de membresía de Suecia, que se ha producido al mismo tiempo que la de Finlandia. «En este contexto quiero reiterar, lo he hecho en privado y quiero hacerlo en público, el apoyo de España a la integración de Suecia en la OTAN, que esperamos lógicamente se produzca cuanto antes». El líder del PSOE ha querido resaltar, como en muchas otras ocasiones, el carácter «defensivo» de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte, y ha asegurado que la incorporación sueca hará de ella una organización «más fuerte y cohesionada para hacer frente a los retos a los que nos enfrentamos».

En particular, ha especificado, la guerra en Ucrania. Sobre el conflicto ha ensalzado también la actuación del Gobierno sueco como presidente de turno del Consejo de la Unión Europea (UE), en el que ahora tomará el relevo España, el próximo 1 de julio. «Uno tras otro, los consejos europeos han mostrado la determinación común por seguir prestando a Ucrania la ayuda que necesita y merece, en los campos político y económico, también humanitario y militar».

Dado que la próxima asamblea de la OTAN es en otoño, el adelanto de las elecciones generales al próximo 23 de julio posibilitaría la elección de Sánchez, siempre y cuando perdiera la elecciones y Alberto Núñez Feijóo fuera ya, para esa fecha, el presidente del Gobierno, y también si el nuevo Ejecutivo aceptaba su candidatura. Se trata de un cargo que ya ocupó un español, el también socialista y ex ministro con Felipe González, Javier Solana, que lideró la OTAN entre 1995 y 1999.

Sánchez lleva cuatro años al frente de un Gobierno de coalición cuyo socio principal, Unidas Podemos, es abiertamente antiatlantista. Una discrepancia que se puso de manifiesto hace justo un año, cuando Madrid albergó la asamblea anual de la OTAN, con la presidencia en nuestro país de todos los líderes de la Alianza, entre ellos el presidente de EE.UU. Joe Biden, que se entrevistó con Sánchez en La Moncloa y que anunció un importante acuerdo para la base de Rota por el cual la US Navy enviará otros dos destructores a los cuatro ya existentes en la base gaditana, informa Esteban Villarejo.

En aquella ocasión, llegó a haber altos cargos del Gobierno, adscritos a Podemos, en las manifestaciones contrarias a la reunión en la capital de España de la Alianza e incluso la formación de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, puso en duda los contratos ordinarios firmados para la ocasión, una actitud de la que se desmarcó la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.