Sánchez busca dejar el partido «atado» y perpetuar el sanchismo sin él

«La camarilla que quiere heredar no puede contar con los no sometidos», dicen los críticos. La idea es frenar a los que defienden una «vuelta a las esencias»

La nueva operación impulsada por La Moncloa: «Si conquistamos Andalucía, con Cataluña volcada, Sánchez 2030»

Editorial | Andalucía, granero de votos y escándalos para el PSOE

Pedro Sánchez, junto a los líderes socialistas de Madrid, Reyes Maroto y Juan Lobato Guillermo Navarro

Un debate silente en el PSOE, pero no por ello inexistente, tiene que ver con el escenario post Sánchez: perpetuar el modelo o volver a las esencias. En la actualidad, el Partido Socialista vive el momento menos autocrítico desde la Transición, pero es ... evidente que hay voces internas descontentas con la forma de ejercer el poder orgánico de Pedro Sánchez.

Felipe González desde fuera o Emiliano García-Page desde dentro, son probablemente los mejores ejemplos, pero hay más. Los congresos regionales serán el escenario de la batalla y aquí irrumpe como especialmente simbólico lo que está sucediendo en Madrid.

En esta Comunidad vuelven a sonar tambores de guerra contra el actual secretario general socialista, Juan Lobato, a pesar de que en su caso la tendencia es al alza desde que fue elegido para hacer frente a Isabel Díaz Ayuso con el PSM en su peor momento en décadas y por detrás de Más Madrid. Hoy, guste o no en Ferraz, Lobato ha incrementando notablemente su popularidad y se ha consolidado como el líder de la oposición (con la ayuda de la huida de Mónica García al Ministerio de Sanidad). Por eso, el argumento debe ser otro: «están midiendo a Lobato, a ver si se pone nervioso», dicen desde el PSM, «pero deben tener cuidado porque Sánchez se puede encontrar con una derrota de su candidato en un congreso en la tercera federación socialista». Desde Moncloa se reconoce a ABC que Lobato «puede tener un candidato alternativo», lo que confirma las sospechas de la actual dirección del PSM.

No obstante, desde esta federación socialista se explica que el análisis no debe basarse en el rendimiento de Lobato y su equipo, sino de otro punto de partida: si Sánchez pierde las elecciones generales en dos años, ¿quién asume el liderazgo del PSOE?

«El tema de fondo es el escenario post Sánchez: la camarilla sanchista que quiere heredar no puede contar con los que no están sometidos, con los díscolos, y ahí están Lobato o Page, entre otros; y Lobato, además, tiene la misma edad que esos aspirantes a perpetuar el sanchismo sin Sánchez», afirman voces críticas. «Dentro de dos años Pedro se va, nos ponemos a armar el futuro y Lobato es un problema porque tiene un discurso que enlaza más con la vuelta a las esencias del partido. Sánchez quiere dejarlo todo controlado y atado para después de él. En Madrid él querrá que sea quien sea, pero suyo», continúan.

En este sentido, surge una conclusión muy interesante respecto al futuro de un PSOE después de Pedro Sánchez: si en las baronías existen líderes que sostienen que su partido debe desandar algunos de los pasos dados por el hoy presidente del Go-bierno. En un mundo sin Sánchez, «tener esa palanca desde las secretarías generales regionales es muy potente», advierten. Y esa es la batalla que ya se está empezando a jugar en el PSOE. Más sanchismo o vuelta a las esencias.

Ya lo dijo Emiliano García-Page a ABC: «Que el Partido Socialista dentro de un tiempo volverá a su espacio natural, porque además ha sido el espacio del mejor PSOE, el que más ha podido aportar a la modernización y la igualdad en España. Probablemente la gran esperanza que tiene un partido como el PSOE es que en el futuro, cuando salgamos de este nivel de frentismo, el PSOE tiene la ventaja de que no tiene que inventar la pólvora ni meterse en aventuras: el mejor futuro del PSOE está en su mejor pasado, y esa convicción nos hace a algunos seguir manteniendo la llama encendida para que cuando haya que volver nadie se tropiece por el camino». Eso es lo que no quiere ver Pedro Sánchez ni en pintura.

La «cosa nostra»

En un Partido Socialista que no se caracteriza por la crítica interna, fue muy significativa la irrupción el saábado de la diputada nacional por León Andrea Fernández tras la decisión de la dirección federal de suspender la convocatoria de un congreso regional en Castilla y León: «No queremos un PSOE al servicio de la cosa nostra», publicó en redes.

A pocas semanas del Congreso Federal del PSOE, lo que está en juego es mucho más que los nombres de la dirección. Empieza la batalla.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios