La nueva operación de La Moncloa: «Si conquistamos Andalucía, con Cataluña volcada, Sánchez 2030»
Con Salvador Illa al alza, el Gobierno y el PSOE asumen directamente la estrategia de oposición a Moreno
El Ejecutivo trata de invisibilizar al presidente de la Junta:esta misma semana lo hicieron Sánchez y Marlaska
Sánchez busca dejar el partido «atado» y perpetuar el sanchismo sin él
Editorial | Andalucía, granero de votos y escándalos para el PSOE
Con el PSC gobernando en el Palau de la Generalitat y también en la Diputación y el Ayuntamiento de Barcelona, en La Moncloa y en Ferraz dan por controlada Cataluña. El siguiente objetivo, reconocen fuentes del Gobierno, es la comunidad más poblada de España. ... Por eso, el PSOE ha lanzado la operación Andalucía: «Si la conquistamos, con Cataluña volcada, Pedro Sánchez 2030», aseguran a ABC desde el palacio de La Moncloa.
En la Presidencia del Gobierno todo se mide con sumo cuidado, pero la estrategia es clara. Respecto a Cataluña, las encuestas que manejan no sólo mantienen el resultado que Salvador Illa logró el pasado 13 de mayo, sino que revelan una tendencia al alza. Por eso, en el cuartel general de Pedro Sánchez han situado Andalucía como el próximo castillo a conquistar.
No es que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE esté pensando en un adelanto electoral en este momento, pero es una hipótesis que siempre está presente y que se agarra a una tesis que manejan todos los sociólogos: dos victorias en Cataluña (7 millones de habitantes) y Andalucía (8 millones) son el camino para gobernar España otro ciclo político más. O dicho a la inversa: con los actuales resultados del PSOE en Andalucía es muy difícil que el Partido Socialista mejore los resultados de las últimas elecciones generales de julio del año pasado.
La operación Andalucía tiene una segunda derivada, más ambiciosa si cabe, teniendo en cuenta el estado del PSOE andaluz: tratar de recuperar la Junta, donde las elecciones están previstas para diciembre de 2026. En 2022, el PP consiguió 1.582.412 votos (58 escaños), casi el doble de los 883.707 que logró el PSOE (30 escaños): una arrolladora mayoría absoluta de Juanma Moreno frente al peor resultado de la historia del PartidoSocialista de esa región.
En Andalucía se da por amortizado el liderazgo de Juan Espadas, que en las últimas semanas está dando síntomas claros de agotamiento, y no es para menos si tenemos en cuenta que seis años después de salir de la Junta de Andalucía el PSOE no acaba de superar los escándalos de corrupción: los últimos, destapados por ABC esta misma semana en relación con la fundación Faffe. Espadas tiene problemas orgánicos serios, con dimisiones en cascada de secretarios provinciales y locales, especialmente en Málaga, donde el PP es un fortín y el PSOE es incluso tercera fuerza en muchos municipios. Espadas no tiene controlado el partido, es muy criticado internamente y no ha conseguido disipar el susanismo, que sigue larvado en muchas casas del pueblo.
No obstante, fuentes del partido advierten de que «a Espadas van a mantenerlo, porque lo puedes quitar cuando quieras», y esta es una clave importante desde un punto de vista que pesa en Ferraz: la lealtad a Sánchez de la primera federación socialista. «Sí, en el PSOE andaluz van mal, pero si apruebas una amnistía y un cupo, ¿qué quieres?», explica a ABC un líder regional.
Las intenciones de Sánchez de desembarcar en Andalucía arrojan numerosos indicios. El primero es que cada vez es más habitual que las respuestas al presidente de la Junta andaluza, Juanma Moreno, no lleguen desde las portavocías del PSOE andaluz, sino desde Madrid. Relevante es también la celebración del Congreso Federal del PSOE el 29, 30 de noviembre y 1 de diciembre precisamente en Sevilla, después de que el anterior se celebrara en Valencia y el anterior en Madrid. Otro dato es el intento de resucitar una marca masacrada por décadas de gestión en la Junta y, especialmente, por el mayor escándalo de corrupción de la democracia española: el caso de los ERE.
El aliento de Moncloa
Fuentes de la Junta andaluza confirman a este periódico que están percibiendo la mirada de La Moncloa y Ferraz sobre Andalucía en general y Juanma Moreno en particular. El primer antecedente tuvo lugar con la final de la Copa del Rey de fútbol, el pasado 6 de abril, cuando María Jesús Montero desplazó a Juanma Moreno en el palco de autoridades y se sentó al lado del Rey. Desde entonces, aseguran, el Gobierno está tratando de desplazar a la Junta. Los dos últimos ejemplos, esta misma semana:con la visita de Pedro Sánchez a las instalaciones del Centro de Ensayos de Sistemas Aéreos no Tripulados (CEUS) en Moguer (Huelva). «Se negaron a que apareciera el logo de la Junta», explican a ABC; y un detalle revelador: en su discurso, Sánchez no leyó «gracias presidente por la implicación de la Junta», como estaba previsto en el texto, e improvisó un agradecimiento genérico a «otras muchas empresas públicas y no públicas que están vinculadas a este proyecto».
Al día siguiente, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska participó en Sevilla en un acto por el día de la Policía y no se permitió que el presidente andaluz tomara la palabra. Es más, aseguran estas mismas fuentes, «hay una estrategia de deshumanización del presidente de la Junta, al que se refieren como 'Moreno Bonilla'». En este sentido, recuerdan que el PP andaluz tiene dos querellas en los tribunales contra una cuenta de Twitter y una página web por intromisión en el derecho al honor» ante lo que entienden como una campaña de difamación en redes.
Otro síntoma es que, según ha podido saber ABC, en la Presidencia del Gobierno están muy pendientes de influir en Canal Sur, donde los informativos duplican la cuota de los de Televisión Española. Además, tal vez anecdótico, pero en la misma línea, el programa de David Broncano en TVE está muy lejos de El Hormiguero de Pablo Motos, que en Andalucía duplica a su adversario (el lunes, 22,7% frente a un 9,5%).
Una vez celebrado el Congreso Federal del PSOE, las federaciones socialistas tienen 90 días como máximo para convocar sus congresos regionales: en lo que tiene que ver con Andalucía, aún no se ha dado el pistoletazo de salida, pero sí empiezan a sonar nombres para sustituir a Espadas.
Alfonso Gómez de Celis no tiene escándalos previos en Andalucía y en los últimos años ha cultivado un perfil institucional en Madrid como vicepresidente del Congreso, tanto en los tiempos de Meritxell Batet como, especialmente, en la actualidad con Francina Armengol. Además, Gómez de Celis sabe cultivar bien las relaciones sociales, tanto en Madrid como en Sevilla, y tiene una edad y un perfil similar al de Juanma Moreno.
Madrid y Valencia
Otro nombre que suena es el presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández de los Ríos, si bien ha sufrido un mayor desgaste.
Quien pierde enteros por momentos es María Jesús Montero, a pesar de ser vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y número dos del PSOE. Dos son los motivos, explican en el partido: ella es ambiciosa, Andalucía sería volver a casa, y en su tierra sale muy castigada cada vez que asume en primera persona la defensa del acuerdo del PSOE con ERC para investir a Salvador Illa.
Tras Cataluña y Andalucía y en términos poblacionales, vienen la Comunidad de Madrid (7 millones) y la Comunidad Valenciana (5,3). En la región donde gobierna Carlos Mazón tras ocho años de Ximo Puig y Compromís, el PSOE tiene serios problemas de liderazgo. Diana Morant no acaba de cuajar a pesar de estar compatibilizando la Secretaría General del PSPV y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Fuentes del partido argumentan que esto se debe a que tiene dos problemas: «Uno, el político, porque no puedes tener un secretario general que no puede hablar de financiación autonómica, y otro el orgánico: tiene a Castellón y Valencia en contra». Es decir, argumentan, Morant «no tira porque le anulan la personalidad, es que le dan el párrafo que tiene que decir, y así la anulas». «No solo le pasa a ella. Desde Ferraz la van a intentar blindar pero el día que quieran quitarla la quitan desde abajo», explican.
Así, y pese a los múltiples frentes que Pedro Sánchez tiene sobre la mesa, desde los problemas judiciales de su entorno familiar y su partido a su inestabiliad parlamentaria, el jefe del Gobierno vuelve a hacer un nuevo ejercicio de resiliencia y pasa al contraataque frente al Partido Popular. Génova tendrá que mover ficha.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete