Sánchez agita la pinza sobre Feijóo: «Ponen encima de la mesa un adelanto electoral para cerrar el debate sobre su sustituto»
El líder del Ejecutivo asegura que muchos presidentes autonómicos del PP muestran su desagrado detrás de cámaras con la estrategia del líder popular y «se dejan querer como futuros o futuras jefes de la oposición»
El PP se convence de que hay una estrategia PSOE-Vox contra Feijóo
Guillermo Calvo
En un momento en el que nadie se atreve a descartar un adelanto electoral, Pedro Sánchez ha buscado el ataque directo al Partido Popular, tratando de atribuirle como una estrategia política el «poner encima de la mesa» la conversación sobre un llamamiento a ... las urnas. El presidente del Gobierno ha apuntado a un plan por parte de Génova para tratar de «cerrar el debate sobre el sustituto de Feijóo». El líder del PSOE ha asegurado que muchos de los presidentes populares autonómicos critican «off the record» -detrás de cámaras- la estrategia que está siguiendo Feijóo y «se dejan querer como futuros o futuras jefes de la oposición».
Como ha adelantado ABC, estos ataques directos dirigidos a Feijóo son asumidos en Génova como parte de una «pinza» entre PSOE y Vox; una estrategia para tratar de debilitar al presidente del Partido Popular y frenar una posible mayoría que le otorgan algunas encuestas.
El presidente del Gobierno ha reconocido que la «legitimidad» del Ejecutivo depende de una mayoría parlamentaria y «para unas cosas la tenemos y para otras no», aunque ha cerrado filas en torno a un posible llamamiento a la ciudadanía a votar: «Tampoco quiero engañar. La legislatura va a durar hasta 2027». Sánchez ha descrito al Gobierno como «estable y eficaz» y ha tenido que jugar con el vocabulario para justificar que, pese a esa dudosa mayoría en el Congreso, ha de agotar la legislatura. «Gobierno de mayoría progresista con minoría parlamentaria», así lo ha descrito en el programa 'Hoy por hoy' de la Cadena Ser.
Recién llegado de Egipto, donde el lunes se firmó el acuerdo de paz para Gaza, Sánchez ha vuelto a poner en duda los reclamos de Donald Trump y el resto de países que conforman la OTAN para que España alcance el gasto en defensa del 5% del PIB acordado en la última cumbre de junio. El presidente de España ha sostenido que el gasto actual del 2% «es inamovible» y ha justificado que tiene que haber un equilibrio entre poder atender los desafíos de la Alianza Atlántica y garantizar el Estado del bienestar.
Casos judiciales abiertos
Sánchez ha insistido en negar rotundamente la posibilidad de que en el Partido Socialista haya existido financiación irregular y ha tratado de normalizar los pagos en efectivo que investiga la UCO. Los ha descrito como «liquidaciones de gasto» y ha afirmado con total rotundidad que es algo que «hacen todas las empresas». «No era algo habitual en mí pero seguro que en algún momento he tenido esas liquidaciones de gastos», ha declarado el presidente cuando se le ha preguntado si él también ha recibido en algún momento dinero en efectivo desde Ferraz.
El informe de la UCO desveló algunos mensajes entre el ex secretario de organización y exministro José Luis Ábalos y su asesor Koldo García que apuntan a escándalos sexuales. El presidente, que compartió mucho tiempo con ellos, ha negado de manera rotunda que delante de él hiciesen comentarios como los que describe el informe de la Guardia Civil: «en absoluto, se lo puedo garantizar».
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Las declaraciones de Ábalos y Koldo esta semana ante el Tribunal Supremo no son el único asunto judicial que preocupa al presidente del Gobierno. Sánchez ha continuado en su línea y ha defendido la inocencia de su hermano, David Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, ambos también inmersos en procesos judiciales. «El mejor juez es el tiempo y la verdad saldrá adelante. Mi hermano y mi mujer son inocentes», ha acusado el líder del Ejecutivo, que no ha dejado pasar la oportunidad de mostrar además su apoyo al fiscal general, García Ortiz, que también está investigado por la Justicia.
Niega el caso pulseras
El pasado mes de septiembre se conoció que se había producido un fallo en el sistema de pulseras para maltratadores, que habían sido adquiridas en páginas chinas. Alguna víctima de este fiasco llegó a declarar que su maltratador había quebrantado la orden de alejamiento y la memoria anual de la Fiscalía recogía «una gran cantidad» de absoluciones y sobreseimientos de agresores debido a que los juzgados no podían contar con la información sobre sus movimientos. Este sistema depende del Ministerio de Igualdad, del que Ana Redondo es la encargada.
El presidente del Gobierno, que no se pronunció al respecto de forma extensa cuando la información salió a la luz, ha atribuido a la derecha una «campaña muy burda de desinformación» y ha presumido de que «las cosas se han hecho bien» aunque reconoce algunas «dificultades técnicas». Sánchez ha relatado que en ningún momento se planteó la dimisión de la ministra Redondo. «Tiene todo mi apoyo y comprensión», ha zanjado el líder del Ejecutivo.
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