Barroso en tres tercios
A Sánchez le costará encontrar a otro como él, suficientemente eficaz para solucionarle los problemas
Miguel Barroso: una vida dedicada a la política desde la comunicación
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Iniciar sesiónMás allá del dolor amistoso y familiar por la pérdida, la repentina muerte de Miguel Barroso es un duro revés para el presidente del Gobierno, que no tendrá fácil buscarle un sustituto para controlar el Grupo Prisa. Aunque formalmente era sólo un consejero más del ... mencionado grupo, conseguía con su habilidad e inteligencia mandar sin ser un déspota y que los demás hicieran lo que él quería sin tener que imponerlo. Se ganó la máxima confianza de dos presidentes, Zapatero y Sánchez. Ambos son socialistas pero no es usual que dos mandatarios de primer nivel confíen tanto en una misma persona. A los dos sirvió con lealtad y eficacia, teniendo en cuenta su interés personal. Hay tres detalles de su exitosa trayectoria profesional explican la complejidad del personaje.
La eficacia con que organizó la concesión de Cuatro y La Sexta, a Prisa y a Planeta respectivamente. Estos movimientos nunca son fáciles para un Gobierno y las lealtades que hoy se dan por supuestas caducan al poco tiempo, además de las suspicacias y recelos, y los ataques de los demás grupos, que suelen sentirse perjudicados. Barroso diseñó desde el poder las dos operaciones, que salieron bien en aquel momento y han continuado con los años siendo interesantes para el PSOE; y dimitió justo antes de que se llevaran a cabo, para sortear el hecho de que era socio de uno de los dos grupos. Es esta mezcla de interés personal y político, cinismo y lealtad, política y negocio, las dos agendas a pleno rendimiento.
A propósito de su salida del Gobierno, Zapatero le ofreció la presidencia de la Casa América. Un amigo de Sevilla le preguntó a qué dedicaba su tiempo y contestó: «un tercio, a la presidencia de la Casa. Otro tercio, a recibir a quien me pide el presidente. Y el tercer tercio a conseguir que mi mujer sea la primera presidenta del Gobierno». Se refería a Carmen Chacón. No consiguió -por escasos seis votos- que su esposa ganara las primarias a Rubalcaba, pero la célebre imagen de una ministra de Defensa embarazada pasando revista a la tropa no fue ajena a su empeño. Una vez más la inteligencia estratégica se entrelazaba con el oportunismo para exprimir la circunstancia.
Como resumen de su actividad más reciente en los manejos del Grupo Prisa, cuando la actual directora de El País, Pepa Bueno, llegó al cargo, pidió conocer a un muy relevante dirigente político catalán. Dos días antes del encuentro, la directora llamó al jefe de gabinete del gobernante para preguntarle si tenía inconveniente en que a la reunión acudiría también Barroso, en calidad de consejero del Grupo. «Lo que pasó« -recuerda el político- «es que sólo habló Barroso y Pepa Bueno no dijo nada».
A Sánchez le costará encontrar a otro como Barroso, suficientemente eficaz para solucionarle los problemas y suficientemente inteligente para ganarse la vida por su cuenta sin ir a enredar con conspiraciones de segundones que quieren más poder.
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