Salgado admite que no sube impuestos a los ricos por miedo a la fuga de capitales

Salgado defendió su proyecto de ley de Presupuestos como un ejercicio de «realismo y austeridad» en un contexto de «estabilidad económica». Pero, según iba avanzando en su primer discurso, admitió implícitamente que el Gobierno sí tiene un Plan B por si empeoraban las condiciones económicas, como le pedía recientemente el gobernador del Banco de España. «Si llegara a ser necesaria alguna actuación adicional para cumplir con la reducción del déficit—dijo Elena Salgado—, la adoptaríamos sin vacilar, tal y como ya lo hicimos en 2010».

Consciente de que eso contradice el mensaje oficial, el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, se apresuró a aclarar que no tiene «noticia» de que el Gobierno estudie nuevos ajustes porque las cuentas ya son «lo bastantes austeras». La vicepresidenta económica recordó que el gasto de todos los ministerios caerá el año próximo un 7,9% e hizo un llamamiento a la «responsabilidad» de las comunidades autónomas para que cumplan «su parte» en la reducción del déficit sin que eso suponga recorte social en partidas clave como I+D+i o becas, entre otros. 1

Más balanzas fiscales

Según la ministra de Economía, las cuentas 2011 son realistas porque las previsiones del año 2010 fueron «acertadas» y las de este año lo serán también, y servirán para un crecimiento. Y, a petición de Josep Antoni Durán i Lleida, de CiU, Elena Salgado se comprometió a publicar las balances fiscales de 2006 a 2009, aunque les restó valor político porque «no son explicativas de ninguna realidad» entre comunidades autónomas. Salgado recordó que las diferentes balanzas fiscales publicadas en 2005, también a petición de CiU, ya arrojaron resultados que «ni eran compatibles ni comparables ni tan siquiera parecían decir lo mismo en cuanto a la relación entre Cataluña y el resto de España» .