Crece el temor en la izquierda a que Díaz y Podemos no sumen

Desde que Pablo Iglesias señaló a Yolanda Díaz como candidata la sensación generalizada es que al final, de un modo u otro, se acabaría alcanzando un acuerdo. Incluso cuando el pulso entre ella y Podemos se hizo evidente. Pero la constatación de que el choque persiste y que cada una de las partes sigue defendiendo su punto de vista sobre esa alianza está despertando preocupaciones en los partidos de izquierda. En el PSOE ya no se oculta. «Toda cuerda tiene un punto de tensión en el que al final, de tanto estirar, se rompe», trasladan con preocupación fuentes de la Ejecutiva Federal del PSOE.

La sensación que tienen en Ferraz es que Podemos está jugando muy fuerte sus cartas y marcando terreno porque, en última instancia, «todavía tendrían capacidad para presentarse por su cuenta», dice un dirigente socialista. Pero entonces, ¿es eso lo que busca Podemos? «Por lo que dicen en público y hacen, no es una barbaridad extraer esa conclusión», dicen en Ferraz, donde preocupa el efecto que esto puede tener en las elecciones de mayo. Y por supuesto en las generales de final de año. Ese acuerdo a su izquierda se considera fundamental si se quiere seguir gobernando. «Hay que tener cierto pragmatismo a 70 días de unas elecciones. Si se quiere transformar, hay que gobernar», dicen en Ferraz.

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Una vocación, la del poder institucional, que sí creen que tiene nítidamente Yolanda Díaz pero que creen que en Podemos «no es su única prioridad». La impresión de que algo no termina de carburar se deja sentir por todo el territorio. «Podemos está en la estrategia de que no haya Gobierno progresista», zanja un presidente autonómico socialista, que ve verosimil que la estrategia del núcleo duro morado pase por armarse en la oposición frente a un eventual Gobierno del PP apoyado por Vox. Con la inestimable cobertura aérea para esa guerra cultural del foco mediático de Pablo Iglesias, mientras a Irene Montero le correspondería ordenar el partido.

La crítica a Podemos es mayoritaria en el PSOE. Pero no es unánime. Las pretensiones de Yolanda Díaz también causan malestar entre destacados dirigentes socialistas, que consideran que la gallega «ha traicionado» a Podemos. «Le sobran, considera que restan en el proceso que ella ha emprendido. Y eso ha hecho que le haya faltado mano izquierda», plantea un compañero del Consejo de Ministros. Un miembro de la Ejecutiva del PSOE añade: «Podemos sigue siendo fundamental si ese espacio quiere presentar un proyecto en toda España. Yolanda debería tenerlo más en cuenta». Estas sensaciones que se consolidan en el PSOE anidan también con fuerza en otros socios de investidura. El principal dirigente de uno de ellos lo tiene claro: «Irene Montero está fuerte en ese espacio y se va a presentar».

En Podemos esta semana ha habido un salto cualitativo en su posición. Que se resumen básicamente en que, sí, el plan es integrarse en esa candidatura de Díaz, pero a la vez quieren que la vicepresidenta segunda cierre algunos puntos de acuerdo antes de dar su respaldo. Porque, piensan en la formación morada, ninguna organización «puede aceptar cualquier cosa». En el equipo de Díaz mantienen sus tiempos. Y trasladan que si no hay acuerdo no será por su falta de voluntad. Díaz ya sabe desde hace tiempo que una integración por sumisión bajo su liderazgo no se va a producir. Pero su modelo y sus tiempos se mantienen intactos. Podemos ha decidido verbalizar esta semana que si las negociaciones no avanzan no servirán de apoyo a su acto de presentación como candidata. Podemos quiere un primer acuerdo sobre cómo se articulará la candidatura antes de prestarse a una foto en la que Díaz aparezca amadrinando a esos más de diez partidos que tiene en el radar para integrar su proyecto.

Algo que Díaz ya comparte es la demanda de Podemos de que al final tiene que haber algún refrendo de primarias de cara a un eventual acuerdo. Los morados empujan mucho en esa dirección porque son el partido con más fuerza militante. Esa votación serviría para desatascar a su favor una negociación que entre tantas partes puede complicarse. Podemos demanda para apoyar a Díaz que haya un primer acuerdo. Y creen que solo la fórmula de la coalición de partidos es jurídicamente factible.

El papel de Podemos y cómo puede casar con otras formaciones del espacio es el gran elefante en la habitación. Volver a ver juntos en una candidatura a Podemos y a Íñigo Errejón, que viene consolidando una red de partidos territoriales que con toda seguridad se unirán a Díaz. Ayer la vicepresidenta segunda daba muestras de sintonía con el rostro visible de Más País. Ambos compartieron un acto para presentar las conclusiones de la comisión de expertos sobre el impacto de la precariedad laboral en la salud mental que su ministerio pactó con Errejón. Díaz lanzó su mensaje: «La política es esto. La política va de hablar de la vida de la gente, no va de ruidos, no va de fuerzas ni va de presiones». Errejón, correspondía: «Con este ministerio da gusto trabajar».