Puigdemont descarta volver a España antes del 12M: «Solo volveré para la investidura»

Este martes, en una entrevista para Rac1 desde Perpiñán (Francia), Puigdemont ha defendido que su vuelta, tras casi siete años de residencia en Bélgica y con la aprobación de la ley de amnistía en las próximas semanas, será el cierre de «una etapa política y personal» y que, si no consigue instalarse de nuevo en el Palacio de la Generalitat, no seguirá en la Cámara catalana en la oposición: «No, honestamente, no, una persona que ha sido presidente de la Generalitat no puede ser líder de la oposición, ni estar en el Senado ni en un consejo de administración». De esta manera ha hecho referencia, sin citarlo, a José Montilla (PSC), que tras ser presidente catalán fue senador por designación autonómica.

Pero se ha mostrado convencido de que su candidatura es una opción ganadora. Así, ha asegurado que: «No estoy preparando el discurso de la derrota, estoy preparando el discurso de la victoria».

Y ha añadido que no es partidario de participar en un debate a dos con Pere Aragonès (ERC) o a tres incluyendo a Salvador Illa (PSC), pero sí con Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. «Tiene poca relevancia un debate a tres para hablar de cosas autonómicas, quiero tratar asuntos nacionales. Si Sánchez y Feijóo quieren un cara a cara, o un debate a tres bandas, estaré encantado», ha indicado.

De esta manera, el expresidente de la Generalitat ha descartado su participación en persona, físicamente presente, en una campaña electoral desde Cataluña, que desde el momento en que anunció que se presentaba a las elecciones, como líder de Junts, se valoró como una opción. En relación a su posible vuelta y su anuncio, que ya predijo en 2018 para las autonómicas de aquel año, Puigdemont ha asegurado que tenía «planes» (hasta cinco) para asistir al pleno del 30 de enero de aquel año para llegar a Barcelona «sin ser detenido», pero Roger Torrent (ERC), presidente parlamentario, suspendió el pleno por orden del Tribunal Constitucional.

Ahora, sin embargo, la situación es bien distinta. La ley de amnistía se aprobará en el Congreso, tras su rechazo en el Senado, y por lo tanto tendrá carta blanca, calcula («la ley de amnistía estará en vigor»), para poder pisar suelo español sin el riesgo de ser detenido. Aun así, ha advertido de que el Tribunal Supremo, en su opinión, tratará de impedir que se le aplique la ley. «La capacidad de imaginación del Supremo no me sorprende», ha dicho. Pero no se ha mostrado preocupado por su procesamiento en la causa del Tsunami Democràtic, por la que el Supremo le investiga por terrorismo.

Con todo, Puigdemont ha tratado de situarse, en la entrevista radiofónica y todo apunta que la campaña de Junts irá en esta línea, por encima del resto de los candidatos para el 12M con un tono personalista y con la idea de la «restitución» de la Generalitat desbaratada en 2017 con la aplicación del artículo 155 de la Constitución. En este sentido, ha reiterado que el independentismo debería volver a «la unidad» de acción, aunque sea en listas separadas. «La unidad quiere decir que nos sentemos todos en una mesa con un guion muy claro, unas condiciones precisas y sabiendo que conocemos mucho mejor al adversario y el mundo nos conoce mejor», ha concretado.

En esta línea y para convencer a los votantes independentistas que puedan estar desilusionados con el resultado del 'procés', que no ha llevado a Cataluña a la secesión, ha reiterado que se presenta a las elecciones «no para gestionar una autonomía» sino «para culminar» el 1-O de 2017 y ha puesto sobre la mesa dos «condiciones» que se tienen que dar para esta «culminación»: por un lado, que exista una mayoría social y parlamentaria a favor de la ruptura de España y, además, poner «los conocimientos de la experiencia» del 'procés' en trabajar para esta «culminación».