El PSOE reformará la ley del 'sí es sí' sin Podemos y queda en manos del PP
Los socialistas priorizan cerrar la polémica a costa de depender de los populares y asumen la división con Unidas Podemos
Igualdad alerta de que la modificación socialista de la norma podría implicar una «segunda ola de revisiones»
Podemos acusa al PSOE de buscar una «salida política» por presión del PP pero no romperán el Gobierno
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Durante estos tres años la coalición de Gobierno se ha acostumbrado a la tensión permanente. Una difícil convivencia que por regla general siempre ha terminado resolviéndose. Con muchos rasguños, eso sí. La tramitación de la 'ley trans', que termina esta semana en el ... Senado, fue un choque profundo. Las diferencias sobre el envío de armamento a Ucrania, también. Y las políticas de Vivienda llevan toda la legislatura generando tensiones.
Pero nada ha contribuido tanto a la al malestar como la ley del «solo sí es sí». Esto también ha sido así toda la legislatura. Desde que a las pocas semanas de que el Gobierno echase a andar y el entonces vicepresidente Pablo Iglesias tildase las discrepancias jurídicas que planteaba el entonces ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, de «machismo frustrado».
Tres años después de aquel primer encontronazo, esta norma sigue dividiendo al Gobierno. Y ahora amenaza con ser su brecha más profunda. Tras dos meses de negociaciones más o menos discretas, y una semana después de que Pedro Sánchez diese la orden de preparar una Proposición de Ley para modificar el texto, el PSOE cumplió su amenaza y registró su propuesta para modificar la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual. Los socialistas registraron el texto para «corregir los efectos no deseados de una muy buena ley», en palabras del portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Patxi López.
Se esforzó en explicar que no se toca nada del articulado que tenga que ver con el consentimiento, la línea roja de Podemos, y que con la reforma «no hay distinción entre abuso y agresión». Lo que se hace es «aumentar las condenas y reducir la horquilla de esas condenas para que sean más ajustadas».
Pero fue en vano. Desde Igualdad la constatación del fracaso no pilló por sorpresa, pero sentó muy mal. Primero, porque el PSOE no haya querido seguir negociando y segundo, porque no se les comunicó formalmente: «Es inexplicable que teniendo opciones para el acuerdo decidan romper para presentar la misma propuesta que el PP y volver al esquema de la violencia o la intimidación. Estamos preocupadas por que PP y PSOE sumen sus votos para volver al esquema de la violencia o la intimidación. El consentimiento es una conquista de millones de mujeres diciendo solo sí es sí y vamos a hacer todo lo posible para que el consentimiento siga en el centro del Código Penal», indicaron fuentes del ministerio de Irene Montero.
La secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, negó que se tratase de una vuelta al modelo anterior: «Este escenario no va de cesiones, egos ni relatos, compartimos con mucha preocupación la alarma social y porque creemos firmemente en esta ley hay que adaptarla a lo que nos exigen los ciudadanos y el respeto a las víctimas».
«Este escenario no va de cesiones, egos ni relatos, compartimos con mucha preocupación la alarma social»
Andrea Fernández
Secretaria de Igualdad del PSOE
Los socialistas no quieren hacer ninguna concesión al relato de que ahora quedan en manos del PP. «Al PP la ley del 'solo sí es sí' nunca le ha gustado», dijo en Ferraz la portavoz de la Ejecutiva, Pilar Alegría. La ministra de Educación defendía que el planteamiento ahora es «endurecer las penas», mientras se mantiene «lo esencial y lo nuclear» de la ley.
El PSOE intenta mover el marco para intentar vender que en caso de un apoyo del PP son los de Alberto Núñez Feijóo los que han cedido: «Si el PP ha cambiado de opinión y ve positivo que se mantenga el consentimiento y que se endurezca las penas, tendrá la oportunidad de votar favorablemente a esta proposición de ley», concedió Alegría. Los socialistas hablarán con todos los grupos parlamentarios en los próximos días. Eso incluye al PP, pero se evita decir que se negociará abiertamente con el líder de la oposición. Esperan su apoyo sin más.
Podemos asegura que no van a abandonar el Gobierno porque las políticas de Igualdad son «más importantes que nunca»
La ministra de Justicia, Pilar Llop, fue tajante con Podemos: «El Gobierno construye leyes, no relatos. Los jueces aplican leyes, no relatos. Y lo que cambia la vida de la gente son las leyes, no los relatos».
«Una segunda ola de revisiones»
Pero en Podemos salieron en tromba a acusar al PSOE de ceder a la presión del PP, aunque no romperán el Gobierno. La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha asegurado este lunes que la reforma socialista podría desembocar en una segunda ola de revisiones. «Puede dar lugar a revisiones de tribunales que hasta ahora no se han revisado», ha dicho. Por la mañana, la portavoz de la formación morada, María Teresa Pérez, explicó en una rueda de prensa: «Estábamos dispuestas a ceder incluso sabiendo que la ley estaba bien hecha, incluso dispuestas a reformar cuestiones penales a sabiendas de que, como dicen los expertos, eso no iba a resolver la revisión de penas». Pérez evitó hablar de ruptura de la coalición.
Es la estrategia que tienen para presionar al PSOE, aunque fuentes de la dirección insisten en que ahora mismo no es el escenario en el que piensan. Cinco veces se le preguntó a la coportavoz de Podemos si había una ruptura de la coalición y todas evitó responder. No obstante, por la tarde, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, sí negó la salida de Podemos del Gobierno. Igualdad es «más necesario que nunca», dijo. Y añadió: «Ya les gustaría a esos que nos piden que dimitamos, que lo hiciéramos, pero vamos a seguir aquí». Por parte del PSOE, preguntados por si temían que Podemos rompa el Gobierno, la respuesta fue: «Categóricamente, no».
Sin Podemos en la ecuación, aunque el PSOE confía en que las diferentes sensibilidades del conglomerado morado puedan manifestarse, el PP se hace fundamental. Y lo que no quiere el PSOE es aparecer en una foto solo junto a los populares. La idea es poder sumar al mayor número de aliados habituales, como el PNV o Más País, para que en la foto final sea Podemos y no el PSOE el que aparece aislado. Para ese propósito tanto ERC como Bildu son importantes.
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