El PSOE acusa al PP de promover un «Estado de excepción permanente» en el documento político de su convención

En el texto de 100 páginas, al que ha tenido acceso ABC, los socialistas presumen de que por contra «tenemos un proyecto basado en el diálogo, la negociación y la convivencia, que está sirviendo para superar la grave quiebra que sufrió nuestro orden constitucional», en referencia al golpe secesionista acometido por Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, sus ahora socios parlamentarios.

Además, se realiza una defensa clara y sin ambages tanto de los indultos concedidos en 2021 al líder de ERC y el resto de condenados en 2019 por el Tribunal Supremo, como de la ley de amnistía para el expresidente de la Generalitat prófugo y el resto de los encausados por los sucesos de hace siete años en Cataluña, cuyas enmiendas se negocian estos días en el Congreso.

«La experiencia de los indultos y sus efectos positivos, que hoy son reconocidos dentro y fuera de nuestras fronteras, constituyen una evidencia empírica y el mejor aval para una época de reencuentro total. Un reencuentro total que cuenta con una herramienta fundamental como es una Ley de amnistía que suscita el apoyo de la mayoría absoluta de los diputados del Congreso y el respaldo de seis grupos parlamentarios. Una ley plenamente constitucional que servirá para devolver a la política la solución de un problema que nunca debió salir de ella», blasona el documento, titulado «Impulso de país».

El documento tiene 22 menciones explícitas al PP, más muchas otras a sus gobiernos pasados o a los actuales en la mayoría de comunidades autónomas. Lo que supone una alusión a los de Alberto Núñez Feijóo a cada cinco páginas, de media. Se acusa a los populares de promover la «cancelación y al censura» en el ámbito cultural, de no entender la «pluralidad» de España ni la de comunidades como Cataluña o el País Vasco y a la derecha en general de estar, en definitiva, «atrincherada en la oposición». No sólo eso, sino que también consideran los de Sánchez que la derecha está «atrincherada incluso en otros gobiernos autonómicos, con el único objetivo de desvirtuar todos los principios constitucionales, todo valor esencial en el que se basa nuestro pacto de convivencia en la diversidad, incluido el del progreso económico para garantizar la vida digna de todos los ciudadanos».

Al hilo de las protestas en la calle Ferraz, en las que participaron grupos ultras y extremistas que incluso apalearon y ahorcaron a un muñeco del presidente del Gobierno, los socialistas reiteran sus acusaciones contra la derecha e incluso lo mezclan con la renovación pendiente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). «El acoso a las sedes socialistas, el hostigamiento, el señalamiento y la deshumanzación del rival político han vuelto a las calles de la mano de una ultraderecha que renuncia al respeto institucional y al debate democrático en los parlamentos votados por los ciudadanos. Una tensión social que, junto al incumplimiento de la obligación constitucional de renovación del Consejo General del Poder Judicial, supone un riesgo para la democracia tal y como queda configurada en la Constitución».

Y a todo eso, añade el PSOE, «las derehas suman ahora un nuevo paso, que es la propuesta de ilegalización de los partidos que promueven la independencia. La disolución y prohibición de partidos políticos que discrepen de la Constitución, como ya dejó acreditado el Tribunal Constituicional», sentencia el texto.