Los etarras de la T-4 aseguran que fueron golpeados y amenazados de muerte

La segunda sesión del juicio en la Audiencia de Guipúzcoa contra una quincena de agentes del Instituto Armado se ha desarrollado en medio de una gran expectación ante la declaración de los dos terroristas, condenados en mayo a cumplir 1.040 años de prisión . Especialmente tenso ha sido el inicio de la sesión, cuando los compañeros de los guardias y los amigos y allegados de los etarras trataban de entrar, a empujones, en la sala, cuyo aforo es limitado.

Portu y Sarasola han negado la versión oficial , según la cual intentaron huir en el momento de su detención, la mañana de Reyes de 2008 en las proximidades de Mondragón, lo que motivó un forcejeo “de extrema violencia” con varios agentes en el que los etarras habrían sufrido lesiones de diversa consideración. Los dos terroristas han coincidido en señalar que en ningún momento opusieron resistencia y mostraron su documentación a los agentes, toda vez eran “miembros legales no fichados” de ETA. Según su relato, después de que les requisaran los paquetes que iban a recoger al monte –en el que se hallaban las pistolas y la munición- fueron esposados y conducidos a una “pista forestal” próxima –que no identificaron-, donde supuestamente fueron sometidos a malos tratos y torturas.

El primero en declarar, Igor Portu, ha relatado que dos agentes le agarraron de “los tobillos” y le metieron boca abajo en un río, mientras otro le empujaba la cabeza en el agua “hasta que no podía respirar” y ha asegurado que “en todo momento” sufrió “patadas y puñetazos” en la cabeza y abdomen, que le produjeron la rotura de varias costillas y su posterior traslado e ingreso en la UCI. Por su parte, Sarasola ha reconocido que en su “pista forestal” –adonde según Portu fueron conducidos los dos- no había ningún río, aunque ha referido torturas y amenazas, que sin embargo no declaró tras su detención “porque tenía miedo”.

Una vez trasladado a Madrid, el terrorista ha afirmado que le fue practicado el método de la “bolsa” en dependencias policiales. Ambos han reconocido conocer a Garikoitz Azpiazu “Txeroki”, autor del famoso documento que prueba que los terroristas del “talde” al que pertenecían Portu y Sarasola tenían órdenes de denunciar malos tratos en caso de ser capturados por las Fuerzas de Seguridad.

En la vista también ha declarado un testigo de las detenciones, quien ha asegurado que los arrestos se produjeron sin violencia alguna y que los terroristas no intentaron escapar. A preguntas de la Fiscalía, este hombre ha admitido ser amigo de un familiar de su mujer que es miembro de ETA. Las defensas de los guardias han pedido al tribunal que deduzca actuaciones contra esta persona por "falso testimonio".

Una ATS que atendió a Portu en el Hospital ha dicho que le sorprendieron los calcetines empapados del etarra y que le preguntó en euskera por esta circunstancia, a lo que el terrorista le respondió en el mismo idioma que le habían "metido en el río".