Podemos repite estrategia: vuelve a hacerse la víctima

Presentarse como víctimas de algún gran enemigo es la estrategia para movilizar a su electorado que mejor le ha funcionado al partido ante cualquier campaña electoral. Es su relato fundacional: recuerde el lector que nacen como mártires del bipartidismo de PSOE y PP, consecuencia del 15M. La victimización siempre fue su marco ganador. Y aquí van algunos ejemplos de sus prácticas.

La ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, envió el día 26 una carta a la militancia pidiendo dinero para apoyar la televisión de Pablo Iglesias. «Nunca ha existido algo como 'Canal Red' en España, una televisión comprometida con un periodismo digno, plural y, por fin, de izquierdas», escribió.

La victimización ante los medios de comunicación la usan desde que se creó el partido. Podemos ha atacado y presionado a decenas de periodistas, al principio sobre todo. Belarra celebró la llegada de 'Canal Red' por «el abrumador dominio mediático de la derecha y la ultraderecha, solo compensado por una progresía que nunca ha dejado de mostrar una gran hostilidad hacia nosotros».

Además, Iglesias justificó su presencia mediática en que las teles tratan mal a Podemos. «Ione me pidió ser un activo mediático del partido, básicamente porque no hay casi nadie que defienda las ideas de Podemos en las televisiones y en las radios», dijo.

El jueves, durante una entrevista en TVE, Belarra cargó en directo contra la televisión pública y les acusó de censurar a Podemos en el espacio destinado a los spots electorales para la campaña del 28M. «RTVE deja fuera de los spots electorales a la coalición de Podemos e Izquierda Unida. Vamos a recurrir inmediatamente esta decisión anti democrática. El PSOE y el PP controlando la televisión pública para blindar el bipartidismo», espetó la ministra.

Marc Sala, periodista de TVE, le corrigió al momento: «Radiotelevisión Española no decide nada, se ajusta a los criterios que marca la Junta Electoral Central basándose en la LOREG«. Al no conseguir en las últimas elecciones suficiente representación, entre otros aspectos, se quedan fuera, según la norma.

Podemos Asturias y la dirección nacional están enfrentados a la candidata asturiana al 28M por pertenecer al último sector crítico con fuerza que logró imponerse en las primarias de noviembre. Les acusan de «ejercer violencia» y «maltratar» a compañeros e iniciaron contra Tomé y su equipo una persecución. A la candidata no la han invitado a ningún acto oficial para promocionarla.

En marzo, Tomé y otros compañeros recibieron un «preinforme de expediente» donde se consideran hechos probados «un claro patrón de agresividad», «faltas de respeto» y «expresiones clasistas e intimidatorias».

La alcaldable de Podemos en Gijón, Olaya Suárez, afín a Belarra, denunció que fue acosada por ellos en 'Canal Red': «Vivimos otro episodio de violencia política, en ese vídeo se ve a los números dos y tres [Xune Elipe y Laura Tuero] impidiéndome pasar e increpándome para que les diera una lista que ya tienen, y esto es violencia. Esperamos que Covadonga Tomé lo condene porque me han maltratado».

En las imágenes se ve que están protestando y pidiendo que no manipulen la lista electoral que ganó en las primarias, pero no que la agredan. Al final, Podemos registró ante la Junta Electoral Provincial una lista que eliminó al número cuatro de Tomé y colocó a una afín a la dirección. Tomé se enteró por la prensa. Cualquier crítico es anulado.

Podemos no desaprovecha oportunidad para cargar contra Yolanda Díaz en plena guerra de poder para no perder peso en Sumar. Fuentes del partido aseguran que la vicepresidenta no quiere la unidad y que trabaja para que les vaya mal en las elecciones del 28 mayo.

Podemos intenta neutralizar el discurso 'buenista' de Díaz presentándola como el elemento de ruptura de la unidad de la izquierda alternativa al PSOE, que cuenta con el apoyo de los medios de comunicación de la izquierda. Mientras ellos se ponen el traje de partido perseguido por todos. «Estamos sorprendidos por el giro de Yolanda en el tono respecto a nosotros, de la entrevista de 'El País' y de la de 'La Sexta' no se traslada ninguna voluntad de unidad«, explica un cargo de la dirección de Podemos.

La ministra de Igualdad y número dos del partido, Irene Montero, también reprochó el mensaje de la vicepresidenta: «Es muy preocupante que Yolanda siga reforzando esa idea, esa posibilidad de que Podemos y Sumar no vayamos juntos a las elecciones«. Iglesias fue más duro en su crítica a Díaz: »No sé en qué ayuda la ensalada de hostias de ayer a que nos vaya bien en las elecciones municipales y autonómicas«. Mientras sugirió que Díaz no quiere unidad, él dijo que »Sumar y Podemos deben caminar juntos porque tienen elementos comunes«.

La Nochebuena de 2016, Íñigo Errejón cenó con una campaña en su contra en redes sociales de Podemos que decía: #ÍñigoAsíNo. Los afines a Iglesias le presionaron y le llamaron traidor por criticar la destitución de José Manuel López como portavoz en la Asamblea de Madrid. Errejón explicó tiempo después que ahí empezó el fin de la pluralidad de Podemos. El sector pablista sigue criticándole a día de hoy por abandonarles en 2019 y crear Más Madrid con Manuela Carmena frente a las tesis de Iglesias.

Montero y Podemos llamaron «machistas» a los jueces y justificaron que se estaba aplicando mal su norma cuando entró en vigor la ley del 'solo sí es sí' en octubre y empezaron las rebajas de condenas y excarcelaciones a delincuentes sexuales.

Podemos también se considera víctima del «lawfare» (guerra judicial) e insisten en que el Poder Judicial en España pertenece a la «derecha y la ultraderecha». La dirección ha ido relajando su código ético para contraponerse a las imputaciones judiciales y condenas que recaen sobre los suyos.

En 2018, Podemos cambió su reglamento para que sus dirigentes no tengan que dimitir si el partido considera que se trata de un caso de «acoso judicial». «Contra Podemos, todo vale», insisten. Defendieron que se modificó porque muchos eran acusados sin pruebas.

Utilizan cada oportunidad que se les presenta para colocar su mensaje. «El PSOE no nos quiere como socios, somos incómodos», repite Belarra desde hace meses. Sugiere así que anteponen a Díaz porque es más dócil con los poderes económicos y mediáticos.

La líder de Podemos también acusó a José Félix Tezanos, presidente del CIS, de «manipular» los datos del barómetro de marzo «con la finalidad de modificar a la baja la estimación de voto a Unidas Podemos» en pleno pulso con el PSOE por la 'ley del solo sí es sí'. Una campaña de una parte del Gobierno contra una institución pública.