Podemos sobreexpone a Montero y Belarra en campaña ante la duda de si Díaz colaborará

Desde la dirección del partido reprochan que Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y líder de Sumar, aún no les haya indicado en qué eventos estará. Reconocen saber que participará en actos de País Vasco y Navarra, porque sus territorios se lo han dicho. Pero la dirección no ha recibido ninguna comunicación formal de ella. Así que Podemos no dudará en responsabilizar a Díaz de falta de compromiso si los resultados no son buenos y ella no contribuye a la unidad. Ayer Belarra le volvió a pedir que se implique.

Podemos dará el pistoletazo de salida en Valencia y cerrará la campaña en Madrid. Díaz prepara un acto en la capital valenciana apoyando al candidato morado, Héctor Illueca, a pesar de decir hace unos meses que quería que ganara el de Compromís, Joan Baldoví, rival de Podemos. Ahora cambia.

«Lo que pase en Valencia y Madrid va a ser muy importante, eso no se le escapa a nadie», admite un alto cargo de Podemos. Montero y Belarra han intensificado su presencia pública junto a la candidata de Podemos e Izquierda Unida a la Comunidad de Madrid, Alejandra Jacinto, en las últimas semanas.

El lunes, estuvieron con ella en la marcha del Día del Trabajador. Y también han visitado Valencia con frecuencia junto a Illueca, candidato al 28M y vicepresidente segundo y consejero de Vivienda de la Generalitat Valenciana. Illueca fue una de las voces clave del acto del partido morado en marzo sobre vivienda y regulación de alquileres junto a Jacinto.

El 28M es determinante para el futuro inmediato de Podemos. Primero, porque en los comicios de 2019 ya demostraron una tendencia a la baja perdiendo fuerza territorial. Y, a pesar de que han cerrado más pactos de coalición con Izquierda Unida (en diez regiones y 40 capitales de provincia), también está constatado que la marca Unidas Podemos ya no es rentable. Segundo, porque el reparto de poder en la izquierda alternativa al PSOE va a modificarse con la irrupción de Sumar en el tablero nacional. Y Podemos no quiere perder fuerza negociadora.