ATAQUE TERRORISTA A ISRAEL
Podemos, propagandista de Irán en España
Pablo Iglesias cobró de la televisión pública iraní 97.000 euros entre diciembre de 2012 y noviembre de 2015
Justificó defender los intereses de Irán porque en política hay que «cabalgar contradicciones»
Israel y Palestina, un asunto más en la eterna disputa entre socios de Gobierno en temas de Defensa
Madrid
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Iniciar sesiónEl atroz ataque terrorista de la milicia de Hamás contra Israel, el mayor ataque en suelo hebreo de los últimos 50 años, ha provocado, lógicamente, reacciones políticas en todo el mundo. Hemos presenciado un arcoíris de manifestaciones, desde las condenas más rotundas, sin paliativos, ... hasta la justificación de los crímenes pasando por los 'sí, pero...'.
En España, la ultraizquierda, con Sumar al frente, ha destinado muchos más esfuerzos a señalar la represión israelí sobre el pueblo palestino que a censurar las violaciones y ejecuciones de familias enteras –incluidos bebés y ancianos– recién cometidas por los integristas islámicos.
El domingo, 'The Wall Street Journal' publicó una información, firmada por tres periodistas en Dubái, que apuntaba a la participación del régimen de los ayatolás: «Irán ayudó a planear el ataque contra Israel durante varias semanas. El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica dio el visto bueno definitivo el pasado lunes en Beirut», revelaba el rotativo neoyorquino citando fuentes confidenciales del propio Hamás y de Hizbulá, la milicia chií libanesa que Irán financia.
Tesh Sidi, la diputada de Sumar que justificó a Hamas, ariete de Díaz contra el colonialismo
Gregoria CaroLa activista saharaui denuncia desde hace años que el pueblo palestino está sometido a la misma ocupación ilegal y persecución por Israel que los saharauis sufren con Marruecos
Teherán, potencia regional interesada en destruir Israel y que los vecinos árabes no reconozcan a Tel Aviv, tiene tentáculos –y unos eficaces servicios de inteligencia–, en medio mundo. También en España.
Fue en la recta final de la presidencia del ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, en 2012, cuando Irán decidió crear una emisora de televisión internacional que hiciera propaganda en los países hispanoparlantes. Por si algún lector tuviera dudas de la posición de Ahmadineyad respecto a lo que nos ocupa, durante una conferencia sobre el sionismo celebrada en 2005 dijo públicamente que «Israel debe ser borrado del mapa».
Con sede en Madrid, la televisión pública iraní se llamó Hispan TV e inauguró sus emisiones con un mensaje, cómo no, de Hugo Chávez. Fueron precisamente los venezolanos, según fuentes consultadas por ABC, quienes recomendaron a Pablo Iglesias y su gente para que realizaran programas propagandísticos. No se debe olvidar que toda la cúpula que fundó Podemos había trabajado para los gobiernos de Hugo Chávez a través de la fundación CEPS, trabajos y pagos que este diario documentó.
Quien luego sería vicepresidente del Gobierno se convirtió en presentador de 'Fort Apache', el programa estrella de Hispan TV. Una de las exclusivas que publicó ABC (14 y 29 de enero de 2016) consistió en desvelar las facturas que Pablo Iglesias cobraba personalmente de los iraníes: pudimos documentar 97.610 euros más IVA entre diciembre de 2012 y noviembre de 2015.
Entre julio de 2014 y octubre de 2015, el entonces secretario general de Podemos simultaneó estos cobros con su nómina de 8.000 euros mensuales como eurodiputado. Es decir, el régimen de los ayatolás tuvo a sueldo a un importante político español en ejercicio.
Iglesias intentó negar –o dulcificar– este hecho. Repartieron el siguiente argumentario: «No trabajamos para Irán, sino para una productora española que luego vende el programa a Hispan TV». Esa productora, la de los pagos a Iglesias, era 360 Global Media S.L. Sólo había que ir al Registro Mercantil de Madrid, cosa que hicimos, para comprobar que tras ella no había un militante de Podemos, sino un iraní llamado Mahmoud Alizadeh, que recibió, según investigaciones contra el blanqueo, casi diez millones de euros de Teherán en el citado periodo. Una parte se destinó a pagar a los miembros de Podemos que producían los programas.
En una conferencia, Pablo Iglesias se vio obligado a salir al paso del controvertido hecho de estar trabajando para un régimen que ahorca gente en grúas y trata a las mujeres como seres de segunda categoría: «A veces nos dicen que si somos de izquierdas, por qué hacemos un programa para un Gobierno como el de Irán. Pues mira, la geopolítica es así y no vamos a ser los únicos imbéciles que no hagamos política cuando todos hacen política. A los iraníes les interesa que se difunda en América Latina y en España un discurso de izquierdas porque afecta a sus adversarios. ¿Lo aprovechamos o no lo aprovechamos? Quien haga política tiene que asumir cabalgar contradicciones», remachó.
A nadie deberían extrañarle las declaraciones de Yolanda Díaz culpando a Israel de la masacre de Hamás o que la cara más dulcificada de lo que fue Podemos, Íñigo Errejón, casi se atragantara con un vaso de agua el martes en RNE cuando le preguntaron si Hamás es un grupo terrorista. Todos ellos, la ultraizquierda, están en el eje internacional connivente con Hamás, que es exactamente el mismo que apoya a Rusia contra Ucrania.
Identificarlos es tan sencillo como revisar la votación del 2 de marzo de 2022 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que adoptó la resolución que exigía a la Federación de Rusia que «retire de inmediato, por completo y sin condiciones todas sus fuerzas militares del territorio de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente». Además de Rusia, votó en contra la Siria de Bashar al-Ásad, acérrimo enemigo de Israel, y entre los que se negaron a condenar la agresión de la Rusia de Putin estaban Irán y la Nicaragua de Ortega. La Venezuela de Maduro, que no pudo votar porque no abona las cuotas a Naciones Unidas, apoyó expresamente a Rusia.
En febrero de 2022, cuando Putin inició el ataque a Ucrania, el Partido Comunista de España –en el que milita Yolanda Díaz– e Izquierda Unida –en el que militó– convocaron una manifestación en Madrid... contra la OTAN.
La ultraizquierda española, así como algunos elementos de la ultraderecha, están más próximos a Hamás que a Israel y a Rusia que a Ucrania. A nadie debería extrañarle porque el espacio geopolítico al que pertenecen, sin ambages, es el de Irán, Rusia y Siria.
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