Podemos boicotea el inicio de Sumar a pesar de integrar su coalición

«Desde luego, lo que puede también desmovilizar al electorado es cometer el error político de vetar a Irene Montero y que no vaya en las listas», aseguró este lunes la portavoz de Podemos Isa Serra en declaraciones a los medios de comunicación en la Plaza de las Cortes, en Madrid. También explicó que en los próximos días volverán a negociar con Sumar porque el plazo para elaborar las listas acaba el lunes.

Podemos sigue presionando, aunque lo cierto es que su portavoz también aseguró que no hay riesgo de ruptura y que se presentarán con Sumar a las generales. «Es fundamental que Yolanda Díaz retire el veto a Irene Montero, insistimos, hay tiempo todavía de arreglar este error y pedimos a Yolanda Díaz que levante el veto», siguió.

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El partido de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, denuncia desde el viernes que Díaz impuso sobre la mesa de negociación la exclusión de su «mayor capital político», por Irene Montero, lo que tilda de «tremendo error político». Además, avisa que a quien más daño hará esto es al propio proyecto Sumar.

Mientras, el resto de partidos que forman parte de Sumar hablan de «acuerdo histórico» y tienen que hacer como si los reproches de los morados no existieran. Si Díaz no quería ruido en torno a la configuración de Sumar, Podemos está dándole taza y media.

Este lunes, el exvicepresidente y exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, denunció en RAC1 que el rechazo a Montero manda un «mensaje difícil de disciplinamiento» en la izquierda debido a que implica apartar a un referente feminista que es objetivo de la «violencia política» de la ultraderecha.

«Es lógico que la derecha te pretenda descabalgar, pero que tus propios compañeros digan 'tú no'; yo creo que eso lanza un mensaje que más allá de cuestiones éticas, más allá de lo que representa eso, es un error político», expresó Iglesias. Y espetó que Díaz le da así una «victoria a la mafia» -en referencia a lo que llama 'ultraderecha judicial, política y mediática'- en un contexto de «violencia mediática y de cloacas». Lo que significa ser, según Iglesias, «lo más parecido al PSOE».

La pasada tarde del viernes, cuando se registró la coalición formada por 16 partidos, Belarra compareció sin aceptar preguntas para denunciar el veto a Montero y criticar a Díaz porque Sumar «se construya sobre la exclusión». No han parado desde entonces. Ni Montero quinta por Madrid ni primera por Álava. La condición que les puso el equipo negociador de Sumar a Podemos es que la ministra de Igualdad y número dos del partido no estuviera en ninguna lista electoral. Así lo explicaron este lunes fuentes de la dirección del partido morado a ABC: «Irene no podía estar, su nombre no podía estar en ningún sitio, era la condición para estar en la coalición».

La vicepresidenta Díaz lleva desde el viernes ignorando estos ataques y este lunes en Luxemburgo regateó en más de tres ocasiones las preguntas de los periodistas sobre la batalla que libra con Podemos por las candidaturas. «El golpe que nos han querido dar a Podemos en esta negociación con Sumar ha sido muy duro», escribió Pablo Echenique en una carta para animar el pasado domingo, que parecía más tranquilo que el sábado, donde Belarra dijo que habían recibido «amenazas» de Sumar. La descarga morada contra Díaz es multicanal: medios de comunicación, filtraciones, cartas a la militancia y redes sociales.