El Pequeño Nicolás, condenado a pagar 360 euros por herir con un cuchillo a un cocinero con el que discutió en un restaurante

Así consta en la sentencia después de que en el juicio El Pequeño Nicolás negara haber atacado al cocinero y asegurara que lo agredieron a él sacándolo «a golpes».

La jueza considera demostrado que el cocinero forcejeó con él para quitarle el cuchillo y que el propio Gómez Iglesias sabía que, si lo mantenía en la mano, podría herirlo, como ocurrió, ya que, «cuando el perjudicado forcejea para quitárselo, es cuando se corta» en los dedos, en base a las declaraciones de testigos.

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«Se han practicado pruebas de cargo de entidad suficiente para enervar la presunción de inocencia de este acusado«, subraya la jueza para condenar a multa a Gómez Iglesias, al que le aplica la atenuante de dilaciones indebidas.

Los hechos se remontan al 19 de noviembre de 2019 sobre las 22.30 horas, cuando Gómez Iglesias -para el que la Fiscalía pedía 1 año y 9 meses de cárcel- fue a cenar con un amigo a un restaurante madrileño y, al percatarse de que le faltaba el móvil, increpó a los empleados del local porque creía que se lo habían robado.

Eso sí, la jueza absuelve al joven que lo acompañaba, Rubén D.C., al no haberse acreditado que cometiera un delito de resistencia, por el que la Fiscalía reclamaba 10 meses de prisión y una multa por el delito leve de lesiones. Indica que no se ha probado que desobedeciera las órdenes de los policías que estaban en el lugar de los hechos.

Para la Fiscalía, los daños son «atribuibles porque, si no hubiese habido cuchillo, no habría habido lesiones«. Estima igualmente que estaba »suficientemente acreditado« que ambos entraron al restaurante, que el Pequeño Nicolás dejó el móvil en la barra que estaba detrás de él y que comenzó a reclamar el teléfono que, »según él«, había perdido.

El Pequeño Nicolás negó en el juicio la versión de la Fiscalía e insistió en que no agredió a nadie. «En el momento en que me sacaron a golpes, salgo corriendo para ir al local de abajo y llamar al 112», expresó durante el interrogatorio, en el que mantuvo que le quitaron el móvil y que solo intentó que se lo devolvieran.

Por su parte, su amigo defendió que el empleado se acercó a Gómez Iglesias «haciendo aspavientos con algo en la mano», que, según reconoció, resultó ser el móvil. Y señaló que no llegó a ver «la escena del cuchillo», pero que sí vio cómo le pegaban al Pequeño Nicolás.