El Pequeño Nicolás niega ante el juez haber atacado al empleado de un restaurante con un cuchillo en 2019

Gómez Iglesias fue detenido el 19 de noviembre de 2019 y pasó una noche en el calabozo tras provocar un corte en el rostro con un cuchillo al cocinero de un local de Azca (Madrid), tras presuntamente insultar a una camarera y discutir gravemente con los encargados, según contaron entonces los testigos. Él aseguraba que le habían intentado robar el teléfono móvil y que por eso discutió con ellos.

Su enfado provocó que agarrese el cuchillo y se adentrase en la cocina, donde forcejeó y acabó cortando al cocinero. Él y su acompañante -ambos ebrios, de nuevo según los testigos del altercado- se negaron a ser expulsados.

Esta mañana, ante el juez, ha recalcado que en el atestado policial se decía que había cámaras de seguridad que habían grabado el incidente, en referencia a la negativa de la Fiscalía de tenerlas en consideración porque no figuran en la instrucción de la causa. «Llevo cinco años en una situación en la que se ha dicho que iba apuñalar. Y yo soy inocente», ha sostenido, según informa EP.

Por su parte, su amigo ha defendido que el empleado se acercó a Gómez Iglesias «haciendo aspavientos con algo en la mano» que, según ha reconocido, resultó ser el móvil. Y ha señalado también que no llegó a ver «la escena del cuchillo», pero que sí vio cómo agredían a Gómez Iglesias.

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Ha asegurado que a él también le pegaron y que luego los empleados llamaron a la Policía. Según ha dicho, el trabajador que estaba golpeando a Gómez Iglesias se cayó «de morros» al sacarle del restaurante.

Su abogado ha defendido que «no se han acreditado los hechos» que se le atribuyen y ha subrayado que «no había intención» por parte del joven de agredir a ningún trabajador con un cuchillo.

El letrado ha incidido en que fue el propio cocinero el que se lesionó al intentar quitarle el cuchillo a Gómez Iglesias cuando éste no había hecho ningún gesto para agredirle. «Se autopuso en peligro», ha señalado para luego pedir la libre absolución.

La Fiscalía, sin embargo, ha mantenido su petición de condena. «Mantenemos la acusación contra las dos personas que están en el banquillo», ha dicho la fiscal en su turno de conclusiones.

A su juicio, «queda suficientemente acreditado» que ambos entraron al restaurante, que dejó el móvil en la barra que estaba detrás de él y que comenzó a reclamar el móvil que «según él» había perdido. Según el Ministerio Público, ante los reproches, las camareras avisaron a los cocineros y Gómez Iglesias tiró un vaso al suelo, cogió un cuchillo situado en una de las mesas e hizo un gesto de «amenaza», por lo que el trabajador reacciona e intenta detenerle.

La defensa de Rubén D.C. ha pedido su absolución al entender que no hay pruebas de que se resistiera o lesionara al policía en cuestión.

En el marco del juicio han declarado cuatro testigos, todos trabajadores del restaurante en el que tuvieron lugar los hechos. Han sostenido que hubo una «discusión» por el móvil y que la situación se volvió «un poco violenta».

Los cuatro han coincidido en que Gómez Iglesias cogió el cuchillo de la mesa y que el cocinero intentó quitárselo, pero han ofrecido diferentes versiones sobre la secuencia de los hechos.

No es el primer delito ni el primer juicio al que se ha enfrentado el Pequeño Nicolás. Tras simular ser asesor del Gobierno, agente del CNI o tener vínculos con la Casa Real, a lo largo de los años ha sido acusado también de falsificación en documentos oficiales, cohecho activo o estafa, entre otros.