La reaparición de Ábalos: soledad en su nuevo escaño del Grupo Mixto antes de votar la amnistía

Después quince días de ausencia, no se sabía si el ex número tres de los socialistas ocuparía por primera vez su nuevo escaño situado en la parte alta del hemiciclo. Era día grande, con la votación final de la ley de la amnistía y su presencia era fundamental.

Ábalos entró al hemiciclo al final del pleno ordinario, en mitad de las votaciones para aprobar diferentes proposiciones de ley y mociones. Lo hizo en solitario, con el pleno en marcha y sin llamar la atención, aunque el murmullo fue inevitable.

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El nuevo integrante del Grupo Mixto ocupó su asiento y procedió a estrenar su derecho en la última votación del día. Ensayo general para lo que vendría después con la ley de amnistía.

La primera en acercarse a él, durante el receso entre plenos, fue Rocío Aguirre, diputada de Vox, a la que tendrá sentada a solo unos metros de él. Enrique Santiago, líder del Partido Comunista de España y diputado de Sumar, también le saludó, pero tuvo pocas visitas más. Soledad que sólo se vio alterada por la charla con Cristina Valido, la diputada de Coalición Canaria que se sentará ahora a su derecha.

Los socialistas tardaron en acercarse a él, como si lo tuvieran prohibido. Con las campanas que alertaban del inicio de la sesión, con Armengol llamando ya al orden, fue el vicepresidente primero, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, el primer excompañero de partido que le saludó.

Poco después, con la primera intervención en marcha, fue Alejandro Soler, socialista por Alicante, el que le reclamó para abandonar el hemiciclo. Lo hicieron juntos, ausentes durante más de una hora. Lo que duró el pleno hasta que Patxi López, portavoz socialista, irrumpió en la tribuna. Discurso que no presenció el presidente del Gobierno y que Ábalos solo lo hizo a medias. «Ha sido tan bochornoso que hasta Ábalos ha abandonado el hemiciclo», ironizaba poco después Feijóo.

Ya con las votaciones en marcha, Ábalos retomó a su asiento. Cuando la Mesa pronunció su nombre, el exministro pronunció un tímido 'sí', como si no quisiera llamar mucho la atención. Voto que mantuvo la mayoría a favor de la amnistía.