El PP vasco se resiste a su ocaso tras décadas de sufrimiento

El partido obtuvo sus mejores resultados de la mano de Carlos Iturgáiz y Jaime Mayor Oreja. Con este último la formación conservadora se convirtió en la segunda más votada del País Vasco en las generales del 2000, cuando empató en escaños (7) con el PNV . Un año después, en las elecciones al Parlamento autonómico, los populares volvieron a imponerse con holgura al PSE y a la Euskal Herritarrok de Arnaldo Otegui. Hasta ese momento, la defensa de los valores constitucionalistas había costado la vida a siete cargos del PP vasco —y a dos de AP—.

Pero el éxito electoral sin precedentes de la formación popular a comienzos de siglo se fue diluyendo en los años posteriores. La paulatina caída de la representación del PP vasco en el Congreso desembocó en la debacle de los comicios del 28-A, en los que ningún candidato conservador recabó los votos suficientes como para obtener acta de diputado. Ni siquiera Javier Maroto , cabeza de lista por Álava, cuyo escaño recayó en manos del dirigente de EH Bildu Iñaki Ruiz de Pinedo. Hacía tres décadas que el PP alavés no obtenía representación en la Cámara Baja. Tampoco Marimar Blanco , presidenta de la FVT, sacó escaño por Madrid.

Desde el PP autonómico se hacen diferentes lecturas de lo acontecido el pasado fin de semana, aunque todas las fuentes consultadas por ABC coinciden en que no se logró transmitir durante la campaña electoral un mensaje adaptado a las inquietudes del pueblo vasco. «Nos hemos metido en una campaña con demasiado partido y poco proyecto» , reconoce un destacado dirigente conservador, que incide en que en estas últimas elecciones «ha influido mucho la política nacional». Por ello, confía en que haya margen de maniobra para «remontar» en las municipales y las forales del día 26.

Los populares rechazan la idea de que el retroceso del centroderecha en el País Vasco se deba a una pérdida de valores. Otro alto cargo del partido apunta que el PP «sigue siendo exactamente igual de útil que antes», aunque ahora «eso sea más difícil de visualizar». La misma fuente insiste en que la estrategia de la dirección nacional ha sido clave en el resultado obtenido en una Comunidad en la que, a su parecer, es necesario «recordar» al electorado que el PNV no es la única opción de derecha capaz de defender en Madrid los intereses de los vascos .

En este sentido, subraya que los populares vascos no pueden ser vistos como una «sucursal» del PP nacional: «Hay cuestiones que compartimos, pero luego hay otras que tenemos que defender de otra manera, como el Concierto Económico o las inversiones en las infraestructuras del AVE -señala-. No nos podemos plegar a eso, aunque nos lleve a un enfrentamiento ».

También desde fuera del partido se observa con preocupación el repliegue del sector constitucionalista en el País Vasco. Según Maite Pagazaurtundúa , eurodiputada por UPyD y número dos en la lista de Ciudadanos para las elecciones europeas, los malos resultados del PP en el 28-A demuestran que un «catarro» en la dirección nacional puede devenirse en «neumonía» en territorios como el País Vasco, donde a su parecer es necesario el surgimiento de una «nueva generación de jóvenes» capaces de encontrar «instrumentos políticos, sociológicos o cívicos» para fortalecer la presencia de España y desbaratar el discurso «blando y ligero» sobre la actuación de ETA que brota del nacionalismo vasco.