La historia oculta del grabado a color, en el Bellas Artes de Bilbao

La iniciativa, que estará abierta al público hasta el 26 de febrero, fue presentada este jueves por el director del Bellas Artes, Miguel Zugaza ; el presidente de FIG, Iñaki Alonso ; el director de la feria, Roberto Sáenz de Gorbea ; y el jefe de colecciones del museo, Javier Novo , que ha especificado que en el proceso de selección ha sido determinante el «nivel técnico» de las obras: «Algunas fueron realizadas con procedimientos hoy extintos», subrayó, y añadió que la exposición ayudará a «arrojar algo más de luz» a la historia del grabado.

El próximo 15 de noviembre, además, el propio Novo ofrecerá una conferencia para ampliar información acerca de la exposición. El evento, que será de carácter gratuito, tendrá lugar en el auditorio a las 19.00 horas. Las invitaciones estarán disponibles en la taquilla del museo el mismo día, aunque a través de su página web se podrá realizar la reserva anticipada.

El recorrido toma como punto de partida el siglo XVIII, época en la que esta técnica gozaba de buena acogida entre los comerciantes y los coleccionistas de Europa gracias a la capacidad de estampar un gran número de ejemplares a un precio económico y a la facilidad para transportarlos y distribuirlos. Ello permitió la mejora paulatina de los mecanismos de reproducción, así como la búsqueda de un mayor refinamiento en el acabado artístico de los grabados .

Según explica la propia pinacoteca, pronto se dejó a un lado la iluminación manual de las estampas para experimentar con otros procedimientos que permitieran introducir mecánicamente el color como elemento expresivo . En este sentido, artistas como Jean- François Janinet o Gilles Demarteau exhibieron en Francia grabados en los que el color no era un elemento accesorio, sino una parte esencial «dentro de los medios expresivos de esta técnica, sobreimprimiendo varias planchas cada una con un área de color delimitada». Esta «revolución» culminó en 1796, con la invención en Alemania de la litografía por Aloys Senefelder.

A lo largo del siglo XIX, los artistas japoneses alcanzaron una enrome destreza en el grabado en color, explica el Bellas Artes. En «Más allá del negro» se incluyen obras legadas por el Palacio de arte oriental realizadas por artistas como Utamaro, Hokusai e Hiroshige . «Sus singulares entalladuras circularon entre los pintores europeos, que terminaron por adoptar motivos, encuadres y tintas planas propios de este tilo», destaca.

Paralelamente, en los círculos de París se produjo un cierto auge de este tipo de litografía, como ejemplificaron Chéret o Cézanne, presentes en la exposición. A partir de entonces, numerosos artistas incorporaron sistemáticamente el color a su producción en papel, como Miró, Iturrino, Bacon, Jim Dine, Josep Beuys, Vieira da Silva o Zao Wou-Ki .

Durante el siglo XX, la proliferación de las artes gráficas –como la litografía, el carborundum, la serigrafía y el «offset»– y el abaratamiento de sus procedimientos, abrieron un enorme panorama para los artistas, comenzando por las primeras vanguardias y continuando hasta nuestros días. Man Ray, Joan Miró o Roberto Matta se exponen como ejemplo de la influencia surrealista, mientras que Oskar Kokoschka constituye un ejemplo paradigmático del cartelismo político de la Europa bélica.

A lo largo del siglo tendencias artísticas en las que el color es elemento protagonista –como el expresionismo abstracto, el arte pop o el llamado «Colour Field» – encontrarán en el grabado en color un soporte idóneo para la plasmación y popularización de sus logros. El linóleo, por su parte, fue rescatado por los neoexpresionistas alemanes Jörg Immendorff y Georg Baselitz . Otras particularidades son la incorporación de técnicas mixtas, como es el caso de las obras de Mimmo Paladino, Enzo Cucchi, Cy Twombly o Larry Rivers.

En el arte español la serigrafía será el procedimiento más empleado a partir de la década de los años 60. La exposición reúne ejemplos relevantes de Luis Feito, Alfredo Alcaín, Luis Gordillo, Equipo Crónica o Rafael Canogar , entre otros.