El 93% de la militancia de Podemos entrega el poder a la cúpula para decidir si pactan con Díaz

En la consulta que se abrió este jueves a las 13 horas y ha finalizado hoy a las 10 han participado un total de 52.829 militantes. Apenas han tenido 20 horas para tomar la decisión. 49.089 han votado que sí y 3.568 (6,75%) han votado que no. En blanco han recibido 172 papeletas (0,33%).

La pregunta es: «¿Aceptas que el Consejo de Coordinación de Podemos, siguiendo el criterio de unidad que marcó el Consejo Ciudadano Estatal, negocie con Sumar y, en su caso, acuerde una alianza electoral entre Podemos y Sumar?». Fuentes de la dirección explican que la fórmula de la pregunta se debe a que ya no hay tiempo para presentar a las bases un preacuerdo de coalición porque todavía no lo tienen a pesar de llevar dos semanas de negociación. Podemos ha reventado así sus propios estatutos del partido porque le han retirado a la militancia la competencia de decidir cómo presentarse a las elecciones generales del 23J.

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El artículo 13 de los estatutos de Podemos explica que «la Asamblea Ciudadana Estatal está compuesta por todas las personas afiliadas a Podemos». En el artículo siguiente se explica qué competencias tiene la Asamblea Ciudadana. Entre ellas, está la de «aprobar o rechazar cualquier pacto o alianza preelectoral o poselectoral, de gobierno o de investidura con otras fuerzas políticas, así como definir los criterios marco que afectarán a dichos pactos en niveles territoriales inferiores al estatal».

El resultado de la consulta inhabilita a la militancia y deja la decisión sobre cualquier eventual acuerdo con Sumar en manos del Consejo de Coordinación de Podemos. Es decir, la dirección nacional formada por Ione Belarra, Irene Montero, Pablo Echenique o Lilith Verstrynge, entre otros.

Podemos lleva negociando supuestamente con Yolanda Díaz desde el mismo lunes 29 de mayo después de las elecciones. Fue entonces cuando fuentes de Sumar y del partido de Ione Belarra confirmaron a este diario que habían empezado los contactos telefónicos. Pero según transcurrieron los días quedó demostrado que no estaba habiendo avances con esas conversaciones. Y la semana pasada acabó igual que termina esta: con la negociación bloqueada.

El problema son las listas electorales. Podemos quiere imponer a su dirección en los primeros puestos de Madrid y Comunidad Valenciana además de otras circunscripciones importantes para ellos. En Sumar aceptan a la ministra y líder del partido morado, Ione Belarra, pero no quieren que la titular de Igualdad y número dos de la formación, Irene Montero, esté en un puesto de salida de la candidatura de Madrid. Todo esto mientras Más Madrid y Más País esgrimen su implantación territorial. El aval del Tribunal Supremo a las rebajas de penas de delincuentes sexuales por su ley del 'sí es sí' convirtió a la ministra en una candidata débil y erosionada.