El caso Mediador dinamita al PSOE en Canarias y le complica el 28-M

Al sur de la isla, Blas Acosta, secretario general del partido, actual viceconsejero de Economía del Gobierno de Canarias y candidato al Cabildo, tiene el apoyo mayoritario. Fue la puja por la secretaría general del PSOE de Fuerteventura la que separó a los socialistas en dos bandos hace años, aunque las áreas de influencia diferenciadas han mantenido a flote la convivencia entre ambos. Con los Fuentes más relacionados con la ganadería y el sector primario, y Blas Acosta centrado en la secretaría del partido y más vinculado a la gestión urbanística y turística, las aguas suelen parecer tranquilas hasta que el caso Mediador ha sacudido a la isla al completo.

La familia Fuentes es una dinastía dentro del PSOE de Fuerteventura y guarda amistad y fuertes lazos con los líderes en el centro de la isla, como con el alcalde de Puerto del Rosario, Juan Jiménez, que hace apenas unos días anunció su candidatura a la reelección y que ya pujó con Acosta para ser líder del partido. Este lado de la isla es 'bastión Fuentes' y, aunque no son cabeza visible, tienen una influencia silenciosa pero clara.

En cambio Blas Acosta es un hombre del sur y cuenta con el beneplácito del presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres. Puerto del Rosario ha sido a menudo un duelo de poder entre ambos bandos por colocar a sus afines, pero en los últimos años se había encontrado la estabilidad al tener bien delimitadas sus áreas de influencia. Ahora, con los Fuentes fuera del partido, también la candidatura de Blas Acosta al Cabildo majorero podría peligrar, un rumor extendido por toda la isla aunque el PSOE de Fuerteventura lo desmiente.

El año pasado, el bando de los Fuentes ocupaba la alcaldía de Puerto del Rosario, la delegación del Gobierno en la isla, la dirección general de Ganadería y un escaño en el Congreso, mientras Blas Acosta era aplaudido como líder sin competencia en la secretaría del partido y sumaba fuerza para volver a presidir el Cabildo insular. Sus raíces majoreras y sus cargos les vinculan con frecuencia y les obligan a una convivencia habitual, hoy algo incómoda pero normalmente tranquila.

Las fotos de Taishet Fuentes y el Tito Berni son frecuentes y aparecen en redes sociales juntos a menudo, en actos institucionales pero también en una actitud más distendida. A pesar de las discrepancias actuales, las relaciones entre las dos divisiones de la isla han sido históricas y fue el propio Blas Acosta, en su cargo de líder de los socialistas en Fuerteventura, quien dio el nombre de Juan Bernardo Fuentes Curbelo para las listas del Congreso. También fue 'padrino' de Taishet Fuentes, que despegó en política a su abrigo hace años.

El secretario del PSOE en Fuerteventura, Blas Acosta, fue trampolín y mentor de Taishet Fuentes, a quien empujó en su carrera política al nombrarlo asesor y persona de confianza cuando ocupaba el cargo en la Vicepresidencia y Consejería de Turismo y Ordenación del Territorio en el Cabildo de Fuerteventura. Taishet Fuentes fue escalando en el PSOE majorero que lidera Acosta hasta llegar a ser concejal, secretario local del PSOE de Antigua, candidato socialista en este ayuntamiento y director general de Ganadería sustituyendo a su tío. A pesar de haber sido cesado en este último cargo por «falta de confianza» y por orden del PSOE canario, fue anunciado en el mes de febrero como candidato a alcalde de Antigua.

Ahora Blas Acosta se ha apresurado a tomar distancia con los Fuentes tras estallar el caso Mediador, asegurando que «no nos lo esperábamos ninguno en el PSOE de Fuerteventura». Se declaró «asqueado» y «consternado» y, como expresó a Radio Marca Tenerife, se sentía «culpable» de «haber creído en las capacidades de Taishet Fuentes».

El punto 5.2. del Código Ético de los socialistas dice que «cualquier cargo público u orgánico del PSOE al que se le abra juicio oral por un procedimiento penal dimitirá de su cargo en el mismo momento en el que se le dé traslado del auto de apertura del mismo y solicitará la baja voluntaria. En caso contrario, será suspendido cautelarmente de militancia y, en su caso, expulsado del partido».

En cambio, con el líder de los socialistas majoreros esto no se ha cumplido. Hace dos años, en febrero de 2021, se notificó a Acosta que se le abriría juicio oral sobre el conocido como caso Gesturpa por un presunto delito de administración desleal e insolvencia punible por presuntas irregularidades entre 2011 y 2014 cuando era concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Pájara y administrador de la empresa pública Gesturpa. Blas Acosta dimitió entonces de su cargo de presidente del Cabildo de Fuerteventura, pero no de su acta de consejero, que mantuvo hasta que se fueron sucediendo movimientos en el partido.

El 8 de marzo, apenas un mes después de esta notificación, el presidente del Gobierno de Canarias anunció que Blas Acosta sería el próximo viceconsejero de Economía, un cargo que ocupa actualmente, a pesar de tener el procedimiento en curso. Blas Acosta pidió entonces su renuncia al acta de consejero no por el Código Ético del partido, sino por la incompatibilidad con el nuevo cargo que se le iba a asignar. Apenas transcurrió una semana desde que pidió la renuncia al acta y su paso por el juzgado para declarar en el juicio. La renuncia del acta se hizo efectiva más tarde, el 26 de marzo de 2021, pero a tiempo para ser nombrado viceconsejero autonómico, cargo que fue anunciado oficialmente el día 31 de marzo. En su momento se adujo que los cargos que se le imputaban no encajaban en los supuestos de corrupción, pese a que el PSOE no los especifica en su norma interna.

Finalmente el pasado mes de noviembre fue absuelto de los hechos que se le imputaron en este caso. Las vueltas del PSOE con Blas Acosta y su Código Ético han sido varias, ya que el 15 de septiembre de 2021 se le abrió juicio oral por otro asunto, conocido como caso La Pared sin que haya ninguna renuncia de por medio. Aunque esta causa fue sobreseída en noviembre de 2021, el Tribunal Supremo aceptó hace un año el recurso de la Fiscalía y se ha reabierto el caso, en el que está acusado de conceder una licencia urbanística de primera ocupación en una urbanización contra los informes del arquitecto municipal y de una técnico de la Administración General.

En Ferraz tienden a minimizar el impacto en el archipiélago más allá de lo sucedido a nivel orgánico. Pero lo cierto es que algunas candidaturas en las islas se van a ver afectadas. El PSOE ha estudiado lo que se conoce del sumario de la causa y limita su impacto a Canarias y no al resto de España. Tras unos días de mucha tensión, en el partido ven que todo empieza a «normalizarse», según fuentes socialistas.

No obstante, en el PSOE se reconoce que el caso puede tener un impacto «todavía incierto pero casi seguro» en los comicios del 28-M. Y no solo en Fuerteventura. «Hay efecto contagio a nivel autonómico», reconoce un dirigente que estima que la continuidad de Ángel Víctor Torres al frente del Gobierno de Canarias, que era uno de los mandos autonómicos que se daban por más garantizados en Ferraz, ahora «está más cuestionada». El Pacto de las Flores que sostiene al Ejecutivo autonómico se sustenta por un cuatripartito en el que el PSOE tiene 25 escaños, 5 de Nueva Canarias, 4 de Podemos y 3 de la Agrupación Socialista de La Gomera. Suman 37 y la mayoría absoluta está en 36. Hay margen frente a una oposición que está en 33 escaños. Pero no mucho.

Los datos que tenía Ferraz antes de este caso apuntaban a un refuerzo de la figura de Ángel Víctor Torres como presidente. Se daba por hecho que podría mejorar en algún escaño la representación actual y que eso serviría para blindar la mayoría actual, pese a las dudas y alianzas cambiantes que se suceden en la izquierda insular. «Coalición Canaria y PP pueden sumar», reconocía ayer con pesimismo un dirigente del partido. La preocupación que expresan en privado varios representantes tiene que ver con el «goteo incesante que no va a frenarse en los medios canarios».

El clima en el partido sigue muy crispado. Hoy se celebra en el Congreso una reunión del Grupo Parlamentario Socialista. Será la primera cita presencial de los 120 diputados. En el grupo se han producido tensiones por la forma en que se ha gestionado la estrategia de comunicación, porque se ha dejado muy expuesto a muchos diputados que «son inocentes», pero que han visto vinculados con comportamientos que «nunca se produjeron», lamentan.