Marlaska asume el «error» con el contrato de balas a Israel aunque defiende la actuación de Interior

«Al margen de desajustes o errores puntuales que no me importa reconocer o asumir en primera persona, hemos sabido resolverlo con la implicación del conjunto del Gobierno de manera coordinada y eficaz», ha sostenido el ministro desde la tribuna del Congreso. Y pese a que después ha vuelto a reconocer este «error», ha negado en cambio falta de transparencia.

Marlaska ha hecho un repaso detallado de la secuencia que siguió el contrato, adjudicado a la compañía IMI Systems por 6,6 millones de euros, para evitar «todo tipo de mensajes equívocos o confusos». Según ha recordado, la licitación se llevó a cabo en febrero de 2024 y fue suspendida en el mes de octubre para cumplir con el compromiso del Gobierno de no comprar material militar a Israel.

Sin embargo, ha asegurado que el Ministerio del Interior no encontró manera de rescindir ese contrato sin tener que pagar una multa a la compañía israelí y así se lo trasladó también la Abogacía del Estado, por lo que la licitación fue reactivada seis meses después. Fue entonces cuando saltó la polémica y finalmente el Palacio de la Moncloa ordenó de nuevo su paralización ante la presión de su socio en el Gobierno, Sumar, y aliados parlamentarios.

«Fue necesario que con todo el Gobierno de España finalmente sí hayamos podido encontrar un mecanismo que permite esa rescisión. Y eso hemos hecho, articular una resolución mediante un mecanismo que implica a otros departamentos», ha sostenido Marlaska descartando haber sido desacreditado.

Según explicó en su momento Interior, el asunto está ahora en manos del Ministerio de Economía, del que depende la Junta de inversión de material de doble uso, que será el órgano encargado de denegar a la empresa israelí el permiso de importación del material a nuestro país. Una vez se dé este paso, «acto seguido, el Ministerio del Interior rescindirá el contrato», aclaraban fuentes del Ejecutivo. Marlaska ha añadido este miércoles que la solución no será «tan gravosa como inicialmente pudiera parecer».

El ministro ha tratado este miércoles de envolver en un clima de normalidad todo este proceso y ha negado que fuese causa de una crisis dentro del Gobierno. «La realidad es que hemos estado trabajando juntos para encontrar las mejores soluciones y así vamos a seguir haciéndolo», ha sostenido.

A la vez, ha reivindicado su posición dentro del Ejecutivo y ha asegurado que comparte al completo la postura de Moncloa respecto a Israel y la necesidad de vetar toda transacción en material militar con el país. También ha negado que la rescisión de este contrato pueda suponer un problema de seguridad o desabastecimiento para la Guardia Civil, como le ha reprochado la diputada del PP Sofía Acedo.

«Está garantizado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen a su disposición el equipamiento y recursos necesarios para su cometido. No hay desabastecimiento, falta de medios ni inseguridad», ha reivindicado. «¿A quién creen que toman el pelo? Deberían pagar la multa todos los diputados a escote», ha replicado la diputada popular.

De otro lado, las fuerzas de izquierdas han elevado el tono contra Israel en el hemiciclo del Congreso y han dado la bienvenida a la postura adoptada por Pedro Sánchez, pero han pedido al Gobierno que vaya más allá y no dé la espalda a ningún paso que pueda frenar a Israel.

Uno de los más firmes ha sido Enrique Santiago, de Sumar, que ha subrayado la intervención de su formación en las medidas adoptadas como parte del Gobierno, pero ha insistido en que no son suficiente para frenar el «genocidio» en Gaza.

También el diputado de EH Bildu Oskar Matute ha defendido que «hay que hacer mucho más» de lo que se está haciendo y ha puesto como ejemplo el ataque a una delegación en Cisjordania que ha tenido lugar este mismo miércoles. Y ha pedido a Marlaska que aclare si puede garantizar que no volverá a repetirse un episodio como el del contrato de balas para la Guardia Civil.

Aunque la más dura ha sido la líder de Podemos, Ione Belarra, que ha puesto en duda que el contrato con IMI Systems no se vaya a ejecutar y ha acusado al Gobierno de mentir. «Han comerciado con Israel más que nunca», ha acusado al Ejecutivo denunciando que diero español esté siendo usado para «matar a niños en Gaza» y «financiar cárceles donde se tortura de manera inhumana a la gente». «Me da auténtico asco que se esté usando el dinero de la gente trabajadora de este país para financiar un genocidio», ha insistido.

Belarra ha seguido subiendo el tono para denunciar que lo que está haciendo el Gobierno «no es solo inmoral, sino que es ilegal», y ha reclamado la convocatoria de un Consejo de Ministros extraordinario para decretar un embargo total de armas.

Por parte del PNV, su diputado Mikel Legarda ha condenado la actuación de Israel y ha reconocido que su formación no entiende «la falta de transparencia» del Ejecutivo.

En la réplica, Marlaska ha recordado que la postura del Gobierno la marca su presidente, Pedro Sánchez, y desde el principio ésta ha sido «clara y evidente» en la condena de los atentados de Hamás del 7 de octubre y la posterior crítica a la «desproporción» de la respuesta israelí. «Incluso más cuando ha ido avanzando la maldad humana a unos niveles difícilmente de entender», ha añadido pidiendo a PP y Vox que se sumen a esta condena.