Los vecinos del Bernabéu ganan por ahora la guerra al ruido: «No nos fiamos, seguimos adelante»

Hay que recordar que el Madrid firmó un contrato de 360 millones de euros con los grupos inversores Sixth Street y Legends Hospitality, en el que 70% de las ganancias de los eventos que se celebren en el estadio deben ir directamente a las arcas blancas. Para que se hagan una idea, Taylor Swift generó con sus dos conciertos 13 millones de euros, de los que 9 fueron a las arcas del Madrid. Los cinco conciertos pospuestos no tienen el caché de Swift, pero es evidente que será un ingreso que, de momento, tendrá que posponer el club. Además, desde entonces, no han cesado las multas a los promotores; el último caso, el del concierto de Aventura, hace una semana, pese a la limitación del horario, hasta las once de la noche.

La decisión, según el diario deportivo de Vocento, la ha tomado el Madrid para calmar la tensión vecinal y tomarse seis meses de margen para ejecutar los trabajos de cerramiento en la zona superior de la fachada que da a las viviendas más cercana. El club blanco también sigue las indicaciones dadas por el Ayuntamiento de Madrid, que pidió a la entidad de Concha Espina una solución definitiva. De ahí que la medida sea la paralización de los conciertos previstos hasta abril del próximo año. El litigio judicial va en paralelo: el 24 de octubre está llamado a declarar los representantes legales del club por un delito medioambiental.

Noticia Relacionada

El WiZink Center amonesta a Travis Scott por superar los límites de ruido en sus dos conciertos de Madrid

Carlos Hidalgo

«Es lamentable que un artista de su nivel no cumpla las normas medioambientales y ofrezca una imagen de irresponsabilidad que puede perjudicar gravemente a todo el sector», critica el recinto del Palacio de los Deportes

Esto quiere decir que los eventos de Music Bank, un festival de K-Pop (12 de octubre), Dellafuente (15 de noviembre), Aitana (28 y 29 de diciembre) y Lola Índigo (22 de marzo) serán reprogramados para que se lleven en otras fechas. La catalana anunció anoche que sus recitales pasan a los días 27 y 28 de junio, en el mismo escenario. La prioridad es solucionar los problemas acústicos de los conciertos en el Bernabéu y, aunque el Madrid espera que estos seis meses sean suficientes para ponerle remedio, nadie puede asegurar que vaya a ser así.

En el barrio de Chamartín, la noticia cayó con mucha cautela. Son ya demasiados conciertos y «engaños», se quejan los vecinos. Constituidos en una plataforma contra el ruido del estadio y también con otra voz notable, la de Nicolás, autor de la cuenta @RuidoBernabéu, en la red social X. Él se enteró ayer, por la llamada de ABC, de la última decisión del Real Madrid. Sin embargo, la recibió con suma frialdad: «No me fío nada del resultado de lo que pretendan hacer», dijo, en referencia a la intención del club blanco de dar este parón como punto y seguido hasta que en abril tengan solucionadas las deficiencias que hacen que el ruido se escape y estalle en los oídos de los vecinos. «El Bernabéu es una estructura imposible de insonorizar al cien por cien», argumenta.

«Veo muy difícil que consiga llegar a los niveles acústicos máximos sin rebasarlos, porque habría que cerrarlo entero y ponerle aire acondicionado», insiste Nicolás, con un duro mensaje hacia el Real Madrid, el Ayuntamiento de la capital y la Comunidad: «Se han dado cuenta de que tienen que frenar la chapuza de ir tapando agujeritos [de la estructura del estadio, por donde más se fuga el sonido ensordecedor durante las actuaciones]». Y lanza una advertencia: «No vamos a dejar pasar el asunto hasta que se nos asegure que vivimos junto a un estadio, y no en un eventódromo». A la pregunta de si ve la suspensión temporal de los conciertos del Real Madrid como una victoria, Nicolás sentencia: «Una retirada táctica del enemigo siempre es una buena noticia, pero no me fío para nada».

Inmaculada Ramos, abogada y secretaria de la asociación Iniciativa Vecinal en Defensa del Medio Ambiente y Contra el Túnel en Paseo de La Habana-Padre Damián, considera que esto «es un logro al menos temporal»: «Supone saber que durante estos meses que quedan no se van a celebrar los conciertos, no va a ver la afluencia de tráfico tan tremenda, no se van a producir los ruidos, que están superando con creces los decibelios autorizados».

Pero también acota esa alegría: «Esperamos, no obstante, que el Real Madrid y el Ayuntamiento se den cuenta de que estos conciertos no son ya para aplazarlos, sino para suspenderlos definitivamente. Lo que queremos es que el Real Madrid no celebre conciertos en un estadio deportivo».