El último intento para sacar adelante la Ciudad de la Justicia: invitar a las empresas al proyecto
El Gobierno regional aprueba invitar a las empresas a participar en este proyecto
Instituto de Medicina Legal, en Valdebebas
Es el sueño del consejero de Presidencia y Justicia, Enrique López, y una de las grandes apuestas de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. Antes que ellos, la Ciudad de la Justicia -con este u otros nombres- ya estuvo ... sobre la mesa de diferentes políticos. Con un objetivo cargado de razones: unificar en un mismo espacio las decenas de sedes judiciales ahora desperdigadas por la ciudad. Ahora, la última versión de este macroproyecto encara su última oportunidad para salir adelante en esta legislatura: el Gobierno regional ha autorizado su tramitación sin publicidad, mediante invitación directa a las principales empresas para que entren en la iniciativa.
Una vez que el Consejo de Gobierno ha dado luz verde a la contratación, por el procedimiento negociado sin publicidad, de la Ciudad de la Justicia –una posibilidad que se abre cuando el concurso previo ha quedado desierto, como ocurrió en este caso el pasado noviembre–, se va a invitar a aquellas empresas que cumplen los requisitos de solvencia y mostraron interés. Tres, como mínimo, según exige la ley.
Que se quedara desierto el concurso para la construcción, conservación y explotación de la Ciudad de la Justicia de Madrid fue un auténtico mazazo para las autoridades regionales. No obstante, desde el primer momento su reacción fue buscar otra vía para sacarlo adelante. Y así fue como llegaron a este nuevo «procedimiento negociado sin publicidad y con pluralidad de criterios».
A pesar de la envergadura del proyecto, o tal vez justo por eso, aunque muchas firmas tantearon la posibilidad de presentarse al concurso en su día, finalmente ninguna lo hizo. Según fuentes del sector, por una combinación de elementos, entre ellos la escasa rentabilidad que podrían obtener del proyecto, y las incertidumbres del momento económico: el precio de la energía disparado, las materias primas escasas y también al alza, la inflación descontrolada, etcétera.
Los números son estos: la construcción de la Ciudad de la Justicia supone una inversión de 500 millones de euros. Es lo que tendría que poner el ganador del concurso, que a cambio ingresaría un canon de 50 millones de euros al año pagado por el Gobierno regional, unos 2.100 millones de euros en el plazo de concesión, de 40 años.
Un largo proceso
Jarro de agua fría
El pasado 20 de julio el Consejo de Gobierno autorizó la celebración del contrato de este proyecto por un procedimiento abierto. La licitación quedó desierta el 18 de noviembre de 2022, al no haberse presentado oferta alguna.
356
sedes judiciales, repartidos en 28 inmuebles, muchos de ellos en alquiler, serían las que se reagruparían en esta Ciudad de la Justicia.
Ahorro
El hecho de sustituir la dispersión actual de sedes por una única instalación que las unifique supondrá para las arcas regionales un ahorro superior a los 20 millones de euros, respecto a los 72 millones que invierte anualmente en la prestación del mismo servicio, incluyendo arrendamientos, vigilancia, limpieza, suministro eléctrico o archivo
30.000
personas, entre usuarios, operadores del sector y funcionarios, es la cifra a la que dará servicio a diario esta Ciudad de la Justicia, cuando se ponga en marcha.
Los responsables de la Consejería de Presidencia y Justicia, con el consejero Enrique López a la cabeza, están preparando ya las invitaciones para las principales empresas del sector que estuvieron interesadas en su día y podrían seguir estándolo. Una vez que reciban la invitación, tendrán un mes para remitir sus propuestas; daría tiempo a tener una solución que desatascara el proyecto antes de las elecciones del 28 de mayo.
Aseguran en la Consejería que no se modifica ningún elemento sustancial del proyecto: ni el presupuesto base de licitación, ni el sistema de retribución, ni los criterios de adjudicación, ni la fórmula de revisión de precios.
No obstante, sí que habrá algunos cambios: se incorporarán todas las dudas que plantearon las empresas en el anterior proceso, y desaparece la obligatoriedad de ir de la mano de una compañía de seguridad. Este aspecto, en el que las firmas pusieron mucho interés, ahora se matiza y mejora jurídicamente, para que no colisione con la Ley de Seguridad Privada, explican fuentes de la Consejería.
Tercer intento
Este es el tercer intento de llevar adelante la reunificación de sedes judiciales en Madrid. El primero fue el Campus de la Justicia que puso en marcha Esperanza Aguirre en el año 2005, con grandes nombres de la arquitectura firmando los proyectos de cada edificio. A este le siguió una versión algo menos grandiosa, pero también con inversiones colosales, que intentó desarrollar el presidente Ignacio González.
Bajo la presidencia de Cristina Cifuentes, y tras conocerse informes demoledores de la Cámara de Cuentas sobre estos proyectos, el Gobierno regional trasladó a la Fiscalía General del Estado una denuncia por posibles «irregularidades» en la gestión del proyecto. Previamente ya había anunciado que no seguiría adelante con el proyecto. Un asunto que recurrieron las empresas perjudicadas y que resolvió el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), dándole la razón al Gobierno regional.
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