Trucaje, golpes en la batería y cargadores falsos: ¿por qué explotan los patinetes eléctricos?
Para los bomberos este tipo de fuegos son muy complicados por la falta de medios para sofocarlos, ya que no pueden utilizar ni agua ni extintores
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Llegaron hace años como un juguete y se han convertido en un vehículo más de movilidad sostenible. Los patinetes eléctricos, tan denostados por unos e imprescindibles para otros, están ahora en el punto de mira por la proliferación de los incendios que ... provocan sus baterías.
Los expertos coinciden en que los patinetes no son el problema, sino el uso que se hace de ellos. Y es que una mala manipulación de estos vehículos, la utilización de cargadores no homologados o el trucaje de los mismos son las principales causas de incendio en las baterías de estos vehículos.
«Son seguros hasta que alguien los manipula», asegura Daniel Delgado, portavoz de CSIF Bomberos Madrid, en una conversación con este periódico. Sólo en Madrid, en lo que va de año se han detectado 41 Vehículos Movilidad Urbana (VMU) trucados, según datos facilitados a este periódico por la Policía Municipal de Madrid.
Lo más preocupante es que la tendencia de estos datos es ascendente. En 2021 sólo se detectaron 23 VMU trucados, en 2022 aumentó a 47 y en 2023 a 59. Además, se estima que estas cifras son la punta del iceberg del problema, ya que sólo figuran los VMU trucados detectados.
¿Por qué manipulan los patinetes eléctricos?
Pero, ¿por qué se manipulan los patinetes eléctricos? Son varios los motivos. Uno de los principales es la batería. La autonomía de los modelos más básicos suele ser de entre 20 y 25 kilómetros y asciende hasta unos 40 en los de gama media, lo que se traduce en unas pocas horas de rodaje.
Para los que utilizan el patinete para trabajar, como los repartidores, esta autonomía es muchas veces insuficiente para cubrir una jornada laboral, por lo que es habitual que recurran a la ampliación de la batería. Asimismo, la velocidad a la que circulan también se puede modificar ilegalmente quitando el tope con el que vienen de fábrica, limitada por ley a los 25 kilómetros hora.
«Con estas modificaciones en las que les añaden baterías y quitan el límite de velocidad se provoca un sobrerendimiento que provoca que estos dispositivos revienten. Estos aparatos pasan unos controles de seguridad para su venta y en el momento en el que tú los manipulas y le exiges una potencia o rendimiento mayor, hay un riesgo añadido», explica Delgado.
Otra de las causas de que se incendien las baterías de los patinetes son la utilización de cargadores no homologados o que no sean del fabricante del propio vehículo y que la batería esté dañada por algún golpe.
Los incendios que se inician en las baterías, que suelen ser de litio, son además muy violentos y difíciles de extinguir. Ni los propios bomberos cuentan con medios específicos para ello. «Para nosotros este tipo de incendios son una novedad y suponen una dificultad porque no hay agentes extintores para sofocarlos. En nuestro caso tenemos mantas eléctricas que consiguen delimitar y acotar el fuego, pero no puedes apagarlos con agua ni extintores», detalla el portavoz de CSIF Bomberos Madrid.
¿Cómo evitar riesgos?
Para evitar este tipo de incendios es crucial el mantenimiento óptimo del vehículo a través de revisiones, seguir las instrucciones del fabricante y no manipularlos bajo ningún concepto.
Para su carga, Delgado aconseja hacerlo en lugares despejados, a ser posible en el exterior, para que en caso de incendio las consecuencias sean lo menos perjudiciales y molestas posibles para los propietarios de los patinetes y los vecinos del edificio en el que se produce el fuego.
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