La Policía desmantela puntos de venta de droga camuflados en una barbería y una nave de grabaciones musicales

En el caso de la peluquería, ubicada en Leganés, la Policía inició una investigación tras tener conocimiento de que en ese lugar se podría estar vendiendo droga. Las pesquisas permitieron que los agentes se percataran del corto periodo de tiempo que los clientes pasaban en el establecimiento, que no llegaban siquiera a sentarse en ninguno de los sillones.

Dados los hechos, la Policía hizo un registro en el local, en el que se incautaron diversas sustancias estupefacientes, además de dinero en efectivo. En una papelera en el baño, oculta dentro de una bolsa y bajo residuos, los agentes encontraron una caja de caudales.

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Con una llave, que se averiguó dentro de una bota, abrieron la caja, dentro de la que había varias drogas, como pastillas con forma de esfinge. Esta operación se saldó con la detención de tres varones por presuntos delitos contra la salud pública.

Esta investigación se inició el año pasado, cuando el Cuerpo comenzó a sospechar que en un conglomerado de locales dedicados a grabaciones y ensayos de música se vendía droga. Durante la operación policial, se determinó que en las inmediaciones de dicha nave abundaba la presencia lo que la Policía llama 'aguadores'. Se trata de personas cuya tarea consiste en alertar en caso de avistar agentes de policía en la zona, para que así quienes se encontraban dentro del local detuvieran inmediatamente la venta de drogas, según la Policía.

El 10 de julio varios agentes registraron el lugar, y se vieron sorprendidos por que en el establecimiento no había ningún tipo de instrumento musical. No obstante, sí se encontraron cuatro cajas fuertes, útiles para la preparación y distribución de droga, según explica el Cuerpo. En este caso nueve hombres resultaron detenidos.

Esta vez, los agentes eran conocedores de que en este establecimiento se había perpetrado una detención ilegal y un robo con violencia, que se habría saldado con un teléfono móvil sustraído. Estos antecedentes les llevaron a, el pasado 11 de julio, entrar en el local, donde vieron como los allí presentes trataban de deshacerse de la droga que portaban arrojándola por inodoros o ventanas, u ocultándola bajo colchones o tras respaldos de sofás.

El registro terminó con la incautación de dinero en efectivo, además de celulares, que se habrían usado para esta actividad ilegal, cocaína y heroína. Los agentes detuvieron a tres personas, dos hombres y una mujer. Entre ellos, destaca la persona que se habría sido la encargada de recoger el dinero que se obtenía con la venta de estos estupefacientes.