Las cifras de la Operación Asfalto en Madrid: 110.000 toneladas de betún, 323 calles y 16 millones de euros

El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha visitado este miércoles uno de los tramos por pavimentar, la calle del Jazmín, en Ciudad Lineal. La campaña de asfaltado, a cargo del Área de Obras y Equipamientos, ha incorporado allí una novedad: asfalto con aroma de mango. Es un proyecto piloto —sin coste añadido para la concejalía— que «pretende mejorar el olor durante las operaciones de extendido del material y tiempo después», sostienen desde el consistorio. Estos asfaltos aromáticos, desarrollados por la adjudicataria Padecasa, en colaboración con la Universidad Alfonso X el Sabio y Kao Chemicals Global, contienen aditivos que no comprometen las prestaciones técnicas del asfalto. El consistorio testará su durabilidad en distintas vías y analizará la durabilidad del olor en función del tipo de aroma, el paso del tráfico, las temperaturas, el efecto del agua...

El Área de Obras diseña el mapa de la renovación a partir de las calles más deterioradas y las que soportan más tráfico. En el siguiente gráfico interactivo puedes descubrir si tu vía es una de las seleccionadas para la Operación Asfalto; también puedes comprobar aquí los trabajos que se acometerán cada semana. El principal objetivo es reparar el asfalto «con criterios de sostenibilidad» y, de las 110.000 toneladas de betún, la mayoría son «mezclas asfálticas más sostenibles frente a las mezclas en caliente tradicionales», sostienen desde la concejalía que dirige Paloma García Romero.

La mitad del asfalto se fabricará a partir de mezclas bituminosas semicalientes, unas 54.000 toneladas para cubrir 465.600 metros cuadrados de calles, el 50% del total de la superficie asfaltada. Un tipo de betún ahorrará la emisión a la atmósfera de 230 toneladas de dióxido de carbono (CO2). ¿Por qué? Es un proceso que se realiza a 30 ºC menos de temperatura que las mezclas en caliente tradicionales, mediante aditivos que reducen su viscosidad, y rebajan las emisiones de gases contaminantes (CO2 y SO2) y los compuestos orgánicos volátiles. También disminuye la exposición de los operarios a humos, hidrocarburos y olores. Y, como se trabaja a menores temperaturas, el consumo energético cae entre un 11% y un 35%.

Otro tercio de la superficie total asfaltada, alrededor de 310.000 metros cuadrados, se pavimentará con mezclas bituminosas en caliente fabricadas a partir de betunes modificados con polvo de caucho reciclado de neumáticos. Es decir, que el ayuntamiento reutilizará 60.000 neumáticos fuera de uso en las calzadas madrileñas.

Otra pequeña parte, algo más de 100.000 metros cuadrados, se cubrirán con mezclas bituminosas tipo SMA, que presentan unas excelentes propiedades resistentes, bajo nivel sonoro y mayor durabilidad respecto a las mezclas tradicionales, y están compuestas de betunes con caucho reciclado. Este tipo de material se reserva para las calles de mayor intensidad de tráfico; en esta Operación Asfalto se utilizarán unas 9.000 toneladas de mezclas SMA.

Por último, sobre un tercio del total de la superficie pavimentada, cerca de 310.000 metros cuadrados, se aplicará un tratamiento descontaminante fotocatalítico de alto rendimiento que permitirá eliminar, según informan desde el consistorio, unos 6,2 kg de óxidos de nitrógeno (NOx) anuales. O con otras cifras, la contaminación que expulsan unos 60.000 vehículos diésel al año.