Más de ocho mil jóvenes revientan Vistalegre para rezar a ritmo de Hakuna
El grupo religioso presenta 'Qaos', con la asistencia del cardenal Carlos Osoro, en un ambiente festivo
MADRID
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Iniciar sesiónHace ahora un año, Hakuna, una asociación privada de fieles con personalidad jurídica propia, más conocida por rezar a través de la música, que se reune cada semana para orar y formarse, presentó su disco 'Sencillamente' en el Palacio de Vistalegre. Entonces, casi tres mil ... personas se dieron cita en este recinto, que ha acogido conciertos de grupos tan conocidos como Hombres G o artistas del nivel de Coldplay o Carlos Vives. Ayer, un año después, cerca de ocho mil personas, la mayoría jóvenes, reventaron Vistalegre, convirtiendo este recinto en un gran lugar de oración, en un ambiente festivo y de alegría, cantando todos juntos a un Dios vivo. «La música es una manera de rezar: vivo lo que canto y canto lo que vivo», comentaban a ABC tres de los componentes de este grupo, Miguel Jiménez, Rocío Campos y Macarena Guerrero.
No se había visto «una cosa igual», aseguraban incluso los propios encargados del Palacio de Vistalegre, que veían con asombro cómo en los camerinos, donde se instalan con sus extravagancias artistas de primer nivel, ahora los ocupaban un numeroso grupo de jóvenes cantando 'Ven, espíritu, ven', junto al cardenal y arzobispo de Madrid, Carlos Osoro; y el fundador de Hakuna, el sacerdote José Pedro Manglano, antes de comenzar el concierto.
Altar improvisado
El 'backstage' no era un ir y venir de músicos enloquecidos e invitados deseosos de conocer a los artistas de turno, sino un lugar de silencio, donde se instaló un pequeño oratorio con el Santísimo, la presencia de Dios para los católicos, representado en una forma consagrada. Por este altar improvisado iban pasando los miembros del grupo, y permaneció abierto durante todo el concierto, detrás del escenario. Una manera, decían, de estar acompañados «por lo realmente importante. Él», subrayaban. Antes del concierto, que comenzó a las nueve de la noche y se prolongó más allá de las once, los participantes celebraron una Eucaristía dentro del Palacio de Vistalegre.
La fe y el futuro
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Más que un concierto fue una reunión de amigos «porque nos sentimos familia. La música nos une a todos», subrayaban algunos miembros del grupo, integrado por jóvenes procedentes de distintas ciudades de España, donde hay grupos de Hakuna, muchos de ellos seminaristas, y que se van uniendo a los conciertos que realizan por toda la geografía española, y por el resto del mundo. De hecho, ahora se desplazarán a Corea del Sir.
Los decibelios de alegría contagiosa, de jóvenes y mayores con los brazos en alto y cantando, estuvieron presentes desde el primer minuto. A la canción 'Enciéndeme' una de las más reconocibles del grupo, le siguieron otras como 'Vértigo', 'Noche', 'Pobre loco', 'Arde' o 'Madre de Hakuna'. Uno de los momentos más emocionantes tuvo lugar cuando los jóvenes, de rodillas, interpretaron una canción en la que pedían por la gente que más sufre y por las necesidades del mundo.
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