Mago More: «Madrid es mágico. Aquí puedes hacer lo que no puedes en ningún lado»
COLONOS
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Madrid
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Iniciar sesiónMago More está en el imaginario de todos los televidentes que poseen eso que se llama memoria fotográfica. Lo que quizá los más televisivos ignoran es que este salmantino de Santibáñez de Béjar, criado en Ávila, no sólo se dedica al espectáculo. ... También a la ayuda a los demás en eso del aprovechamiento del tiempo que acaba redundando, siempre, en la felicidad. O en algo que se le puede parecer.
Mago More recuerda aquel Madrid que conoció de estudiante, y también su primer Madrid, en el que la Casa de Campo o el Parque de Atracciones quedaron clavados en su memoria. Rechaza el tráfico de la ciudad, las prisas, lo mal que los atascos se llevan con eso de la maximización del tiempo.
Mago More, José Luis Izquierdo para las cuitas oficiales es, lo que se diría, es un emprendedor que sale y viene de la magia y del humor y con esos rudimentos a las grandes firmas donde ejecutivos estresados acaban aplaudiendo y celebrando que les ha metido el motor del cambio: para la productividad y para la propia existencia. Lo mismo se le ve con José Mota que en la cubierta de un libro que se lee como Instagram intitulado 'Superpoderes para el día a día'. Valora como hombre que se dirige a otros al público madrileño, que «es el «mejor de lejos». Sabe de lo que habla en primera persona.
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—La memoria es un patrimonio único e indisoluble. ¿Cómo es su memoria de su llegada a Madrid?
—Venía a Madrid, me instalaba con mis abuelos. Hablamos de Aluche. Para mí Madrid era una fiesta porque siempre que veníamos íbamos al cine, íbamos al Parque de Atracciones. O sea, je, je, je, hacíamos cosas de paletillos de Ávila. Lo que me fascinó es que de repente me veo aquí, y veo que puedo ir a la Plaza Mayor cuando me da gana, a la Puerta del Sol, a la Gran Vía. Que tenía toda esa oferta de ocio para mí. Recuerdo que iba a un club de magos en la calle de Fuencarral, en el Hogar Canario. Iba allí a las reuniones los lunes por la tarde y entonces me encontraba con Tamariz. Imagínate, alguien que quiere aprender magia y que los lunes tiene allí a Tamariz, que es el mejor mago del mundo. También me acuerdo de que a uno de los primeros sitios que fui en Madrid fue a una tienda de magia que hay en la calle de San Mateo, porque quería ser mago, y en Ávila no había tiendas de este tipo. La cosa fue que busque magia en las páginas amarillas y acabé allí, con un maniquí y toda la magia del mundo a mi disposición.
MUY PERSONAL
—¿Cómo eran esas tardes del Hogar Canario?
—Venían magos de todo el mundo. Y luego nos íbamos a cenar todos a un restaurante que hay cerca de Gran Vía, Cenábamos con el mago que hubiera venido de conferencia o con Tamariz, Y nos daban las 8 de la mañana, porque Tamariz vive de noche. Era una fiesta total.
—Y descubre que Madrid es mágico...
—Madrid es absolutamente mágico. O sea, lo que puedes hacer aquí no lo puedes hacer en ningún lado, y mira que he viajado por grandes capitales. Lo que tiene Madrid, también, es que acoge.
—Pero la ciudad puede pesar...
—Eso pasa un montón. Es decir, hay momentos en los que dependiendo de tu trabajo, la ciudad se te echa encima. Necesitas salir y respirar, que 'Madrid me mata', que decía Sabina, pero también es verdad que, una vez que sales necesitas volver a Madrid.
—¿Qué le falta a Madrid a su parecer?
—Un gran monumento. No tenemos un monumento emblemático. Como la Sagrada Familia en Barcelona o la Torre Eiffel en París. Es verdad que tenemos la Puerta de Alcalá, pero necesitamos algo que sea reconocible porque, el monumento más visto de Madrid, es el Bernabéu. Ah. y le falta un río, estamos hablando de trasvasar el Ebro... (bromea).
—Usted habla del tiempo en sus charlas motivacionales. ¿Cómo va Madrid en la gestión del tiempo?
— Creo que somos un poquito egoístas todos porque yo, por ejemplo, voy en coche y utilizo muy poco el transporte público. Que es fantástico y evitaría los atascos. Eso haría que la ciudad fuera más fluida.
—Como mago, como monologuista, como conferenciante. ¿Cómo es el público de Madrid?
—Esa es una muy buena pregunta, yo he actuado por toda España y por todo el mundo. El público gallego es muy peculiar, es como más introvertido; el público andaluz es muy abierto; el público catalán es muy respetuoso. Cada público es distinto, no existe un público mejor que el otro, simplemente son distintos, pero sí que es verdad que el público madrileño abarca a todos ellos y lo que pasa en Madrid con el público no pasa en ningún sitio de España. Yo si me tengo que quedar con un público, indudablemente, me quedo con el público de Madrid. Creo que que aglutina a todos los públicos.
—Con lo cual llegamos a la conclusión de que...
El público madrileño es el mejor de lejos. Por eso casi todas las obras de teatro hacen gira primero fuera de Madrid y terminan viniendo a la capital. Pulen todos los fallos en provincias y luego vienen a Madrid ya con el espectáculo rodado. Eso ya lo hacía Buster Keaton.
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